Estimados:
Buenas noches, que la gracia de Dios sea derramada en nuestros corazones por medio del amor de Cristo para con todos aquellos que le aman sinceramente.
Hoy quiero hablar de un tema que ha confundido y que viene confundiendo a lo largo de la historia a todo el mundo, el tema es las señales, prodigios y milagros.
Hablo de confusión porque hasta nuestros días el serhumano está persuadido que las señales vienen de Dios principalmente si se trata de una iglesia que proclama ser de Dios, o si se trata de un profeta que dice servir a Dios. Cuando una señal se manifiesta delante de los ojos del mundo, este cae inmediatamente postrado sin discernir si aquel prodigio realmente viene de Dios o no.
Veamos como la Biblia nos muestro que de antaño este problema ocurre en la humanidad.
"Pero había un hombre llamado Simón, que antes ejercía la magia en aquella ciudad, y había engañado a la gente de Samaria, haciéndose pasar por algún grande. A éste oían atentamente todos, desde el más pequeño hasta el más grande, diciendo: Este es el gran poder de Dios. Y le estaban atentos, porque con sus artes mágicas les había engañado mucho tiempo"(Hechos 8:9-11).
¿Está bien creer que toda señal es de Dios? ¿Cual es la importancia de las señales en la iglesia de Cristo?
¿Son importantes las señales en si mismas? ¿lo que un hombre alcanza de ellas es lo más importante?
Para dar respuesta vamos a ver lo que la Biblia nos enseña.
"Y hallándole al otro lado del mar, le dijeron: Rabí, ¿cuándo llegaste acá? Respondió Jesús y les dijo: De cierto, de cierto os digo que me buscáis, no porque habéis visto las señales, sino porque comisteis el pan y os saciasteis"(Juan 6:25-26).
Cuando terminé de leer este pasaje, es que Dios me tocó para escribir respecto a este tema.
El Señor Jesús había hecho una gran señal al alimentar a toda una multitud con solo cinco panes y dos peces, realmente aquel milagro era sorprendente. ¿Para el Señor lo más importante sería el realizar un milagro y saciar a aquella multitud?
En realidad en este acontecimiento lo más importante no era en si el milagro ni tampoco que aquella multitud fuera saciada al comer, sino que aquella señal fué hecha por Dios para que aquel pueblo pudiera discernir y ver que Jesús era realmente quién decía ser, que él era el Cristo, porque en aquellos tiempos todos sabían que nadie podía hacer esos milagros si Dios no estuviera con él, que un pecador e impostor no podría hacer esas señales, porque solo en obediencia Dios escuchaba al hombre.
"Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos. 2 Este vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces, si no está Dios con él"(Juan 3:1-2).
"Entonces algunos de los fariseos decían: Ese hombre no procede de Dios, porque no guarda el día de reposo. Otros decían: ¿Cómo puede un hombre pecador hacer estas señales?"(Juan 9:16)
"Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye"(Juan 9:31).
Pero, en nuestros tiempos ¿será igual? ¿podemos usar el mismo criterio? ¿hoy podemos decir que un hombre es de Dios por las señales que hace?
La respuesta es concreta, en nuestros días no podemos decir que alguien es de Dios por las señales que hace, porque algo ha cambiado y no es el poder de Dios, sino que el ministerio de iniquidad hasta ese tiempo estaba detenido, pero pronto sería liberado para actuar con todo engaño, y hoy estamos en los tiempos que opera este ministerio.
"Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él, os rogamos, hermanos, que no os dejéis mover fácilmente de vuestro modo de pensar, ni os conturbéis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como si fuera nuestra, en el sentido de que el día del Señor está cerca. Nadie os engañe en ninguna manera; porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y se manifieste el hombre de pecado, el hijo de perdición, el cual se opone y se levanta contra todo lo que se llama Dios o es objeto de culto; tanto que se sienta en el templo de Dios como Dios, haciéndose pasar por Dios. ¿No os acordáis que cuando yo estaba todavía con vosotros, os decía esto? Y ahora vosotros sabéis lo que lo detiene, a fin de que a su debido tiempo se manifieste. Porque ya está en acción el misterio de la iniquidad; sólo que hay quien al presente lo detiene, hasta que él a su vez sea quitado de en medio. Y entonces se manifestará aquel inicuo, a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida; inicuo cuyo advenimiento es por obra de Satanás, con gran poder y señales y prodigios mentirosos, y con todo engaño de iniquidad para los que se pierden, por cuanto no recibieron el amor de la verdad para ser salvos. Por esto Dios les envía un poder engañoso, para que crean la mentira, a fin de que sean condenados todos los que no creyeron a la verdad, sino que se complacieron en la injusticia"(2Tesanolicenses 2:1-12).
Aunque aquel tiempo y nuestro tiempo sean diferentes, hay algo que no cambió y no cambiará, hay algo que hubo y habrá en nuestros tiempos que dará real sentido a las señales y confirmará si verdaderamente aquel hombre por quien vienen las señales es verdadero o no, y esto es la Obediencia íntegra a Dios.
Las señales que acompañan a un verdadero ministerio de Dios, jamás estaran por encima de la obediencia al Señor que se manifiesta por medio de su evangelio.
Aquella multitud, a pesar de haber visto aquel milagro que hizo Jesús, no lo siguieron porque entendieron que el era el Salvador que venía al mundo para darles vida eterna, sino simplemente lo siguieron porque se habían saciado de aquel milagro, la carne de ellos estaba satisfecha, pero no era eso lo principal que Dios quería por medio de aquel maravilloso milagro. Entonces lo que Dios tenía para su pueblo, este lo convirtió en algo estéril y muerto, porque solo buscaban seguir beneficiándose de lo que Jesús podía hacer con su poder, pero no buscaban la bendición espiritual que estaba detrás del milagro.
Porque la señal de Jesús realizada delante de sus ojos provenía de una fidelidad íntegra hacia el Padre, las cuales daban testimonio de que él era el Hijo de Dios.
Jesús deja al desnudo lo que había en el corazón de aquella multitud, entonces comprendemos que lo más importante de las señales no es ni lo sorprendente que sean delante de nuestros ojos, ni tampoco lo que nosotros podamos recibir de ella, o sea, que tanto nos beneficia a nosotros algún milagro, sino que lo mas importante es que podamos discernir si aquel milagro es realmente un bendición de Dios o no, porque no debemos olvidarnos que para nuestros tiempos las advertencias son claras.
Hoy el mundo entero está engañado por las sorprendentes señales y por los beneficios que ellas les producen a sus vidas cotidiana.
¿Pero se han puesto a pensar que a pesar de ver tantas señales y de saciarse de ellas pueden estar en este preciso momento con los dos pies en el infierno?
No se olviden de que la principal acción que desde hace miles de años el ejercito de las tinieblas está llevando a cabo son precisamente "grandes señales y milagros" que hasta pedazos de piedra sudan sangren, lloran sangre ante los ojos de los ingenuos que caen rendidos hasta el fin por estas manifiestaciones.
La palabra de Dios da testimonio de esto.
"Después vi otra bestia que subía de la tierra; y tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero, pero hablaba como dragón. Y ejerce toda la autoridad de la primera bestia en presencia de ella, y hace que la tierra y los moradores de ella adoren a la primera bestia, cuya herida mortal fue sanada. También hace grandes señales, de tal manera que aun hace descender fuego del cielo a la tierra delante de los hombres. Y engaña a los moradores de la tierra con las señales que se le ha permitido hacer en presencia de la bestia, mandando a los moradores de la tierra que le hagan imagen a la bestia que tiene la herida de espada, y vivió"(Apocalipsis 13:11-14).
"Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas; pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso"(Apocalipsis 16:13-14)
"Y la bestia fue apresada, y con ella el falso profeta que había hecho delante de ella las señales con las cuales había engañado a los que recibieron la marca de la bestia, y habían adorado su imagen"(Apocalipsis 19:20).
Quizás satanás golpió la puerta de tu casa vestido como ministro de verdad y en su simulación has caído y te has unido al ejército que se está preparando sin saberlo por el engaño y la ceguera que el diablo les puso para batallar contra el Dios todopoderoso.
Por eso exhortamos a que no crean a toda señal, prodigio ni milagro como si fuera de Dios de forma inmediata, sin discernir si realmente su origen proviene del Reino de los Cielos.
Jesús exhorto a aquella multitud a que no trabajaran por la comida que perece o sea tan solo por lo que un milagro puede satifascerlos, porque de esta manera podrían ser engañados con facilidad, porque en realidad las verdaderas bendiciones de Dios para el hombre tienen como principal objetivo llevarnos al temor y obediencia al Señor que nos conduciran a la vida eterna.
Pero el diablo sabe muy bien que el hombre se inclina por los deseos de su carne, por los deseos de esta vida y por eso realiza también todo tipo de señales para atrapar a los ingenuos que solo andan buscando lo material, lo que perece, pero cuyo objetivo principal es la desobediencia a Dios.
¿No ofreció satanás al propio Señor Jesús toda la gloria de este mundo? para un hombre esto es también un milagro, porque en aquel momento Jesús solo veía la gloria de todos los reinos del mundo, pero no veía materializado "aquella promesa" en ese momento para beneficio propio, o sea no lo tenía en su poder, imaginese que alguien venga y le diga, yo le doy toda la riqueza del mundo si postrado me adoras, usted diría: pero yo no estoy viendo la riqueza en mis manos, ¿cómo es posible?, satanás es capaz de mucho más de lo que imaginan muchas personas, "Otra vez le llevó el diablo a un monte muy alto, y le mostró todos los reinos del mundo y la gloria de ellos, y le dijo: Todo esto te daré, si postrado me adorares"(Mateo 4:8-9), solo faltaba una cosa para activar aquel maligno milagro, ¡La Desobediencia a Dios!, esta es la llave que activa todas las falsas señales que el diablo tiene preparadas para aquellos que no aman a Dios de verdad, porque solo los satisface por un tiempo con lo terrenal.
Por eso hermanos yo no me sorprendo ni se me mueve un pelo por las señales que hacen alarde muchos de los "pastores", "profetas" y "movimientos" de nuestros tiempos, por que al examinarlos a la luz de la palabra de Dios, quedan al descubierto que las señales que ofrecen solo pueden ofrecer satisfacción temporal cuyos promotores no se someten en obediencia a la Palabra de Dios.
Hoy existen campañas, cruzadas, técnicas, votos, propósitos, visiones y un sin fin de artimañas que parlotean realizar señales y milagros y claman ¡Venga a recibir su milagro!
Yo les digo, ¡cuidado! hermanos, no sea que ese milagro los lleve a la muerte eterna.
No nos olvidemos que el mayor milagro para nosotros es la victoria de nuestro Señor Jesucristo sobre la muerte, quien nos da la garantía de toda una eternidad a su lado.
Si somos cristianos verdaderos o nos fué encomendado el llevar el evangelio y predicar la sana doctrina, que nuestro gozo principal sea que nuestro nombre esté escrito en el libro de la vida.
"Volvieron los setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre. Y les dijo: Yo veía a Satanás caer del cielo como un rayo. He aquí os doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada os dañará. Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan, sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos"(Lucas 10:17-20).
No nos olvidemos de la más clara advertencia del propio Señor Jesús al respecto.
"Porque se levantarán falsos Cristos, y falsos profetas, y harán grandes señales y prodigios, de tal manera que engañarán, si fuere posible, aun a los escogidos. Ya os lo he dicho antes"(Mateo 24:24-25).
Creo firmemente en las señales que acompañan a un verdadero ministerio que se somete en toda obediencia a la sana doctrina del Señor Jesús, pero también creo firmemente en las advertencias para nuestros tiempos respecto a la gran apostasía que también va acompañada de señales y prodigios mentirosos.
Dios los bendiga.