Estimados:
Buenos días, pido al Señor nos llene de esperanza y afirme en nuestro corazón lo que creemos de Él, porque fiel es el que promete.
En muchas ocasiones cuando se lee a los profetas del antiguo proclamando mensajes para el pueblo de Israel, principalmente cuando se les predica que serán salvos, que Dios los volverá a reunir despues del terrible castigo que significo el exilio a Babilonia bajo la temible mano del Rey Nabucodonosor por sus imnumerables pecados y por la gran rebeldía al Dios verdadero, podemos ver como en esos mensajes poderosos va más alla de Israel, o sea abarca no solo a los judíos naturales sino a todos aquellos que formarían parte del único pueblo de Dios el cual fué reunido por la obra poderosa de nuestro Señor Jesucristo.
Con esto estoy diciendo que en muchas de esas profecía que se escribieron miles de años antes que hubieramos nacido estamos cada uno de nosotros incluídos, esto nos trae una esperanza, alegría y paz indescriptible, por eso debemos mantenernos firmes en lo que creemos sin desviarnos y sin dejar de confiar en nuestro poderoso Salvador.
No importa lo que estemos pasando, las luchas, las humillaciones, las tristezas, las cicatrices; solo nos debe importar que todo se acabará, el Amor de Dios nos librará de todo eso, nos hará cristianos más maduros, nos hará fuertes, nos devolverá la alegría cuan antes jamás hemos vivido para servir y adorar todos los días al único Dios y verdadero Salvador.
No es casulidad cuando el Apóstol Pablo dice por el Espíritu.
"Mas la Jerusalén de arriba, la cual es madre de todos nosotros, es libre. Porque está escrito:
Regocíjate, oh estéril, tú que no das a luz;
Prorrumpe en júbilo y clama, tú que no tienes dolores de parto;
Porque más son los hijos de las desolada, que de la que tiene marido. Así que, hermanos, nosotros, como Isaac, somos hijos de la promesa".(Gálatas 4:26-28)
Claramente se está hablando de la Jerusalén espiritual que es representada por la Iglesia del Señor Jesús, por el nuevo pueblo de Dios en donde ya no existe el griego, el judío, sino que de todas las naciones el Señor ha hecho un solo pueblo.
Pero cuando muchos de los profetas predicaban se estaban refiriendo a esta nueva Jerusalén y como Dios trataría a aquel nuevo Israel porque somos por la fe que tenemos en la promesa descendientes de Abraham y por ende del hijo de la promesa Isaac sin importar de que nación sea y cuan lejos está mi país del Israel original.
Dios prometío que aunque hayan sido dispersos a las cuatros rincones del mundo de allí los volvería a tomar y a juntar, cuando promete esto no está hablando solamente de los judíos sino también de todos los sus hijos que también hacen parte del Reino, andaban extraviados pero el Señor los llamó y los trajo de lejos para que le glorificaran y sirvieran de corazón.
Estaba leyendo el libro de Sofonías y algo muy hermoso quedo en mi corazón.
Cuan grande y poderoso es el Amor que Dios tiene para con sus hijos, por eso hermanos, levantemos las manos, recobremos fuerzas, nos gozemos todos los días en el Amor del Señor y vivamos en paz porque el nos ama y nos mostrará su poderosa salvación. Le sirvamos de todo corazón sin doblez, prediquemos su Palabra a otros para que también conozcan este gran Amor.
El Espíritu dice.
"Canta, oh hija de Sion; da voces de júbilo, oh Israel; gózate y regocíjate de todo corazón, hija de Jerusalén. 15 Jehová ha apartado tus juicios, ha echado fuera tus enemigos; Jehová es Rey de Israel en medio de ti; nunca más verás el mal. En aquel tiempo se dirá a Jerusalén: No temas; Sion, no se debiliten tus manos. Jehová está en medio de ti, poderoso, él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos"(Sofonias 3:14-17).
El Señor promete vivir en medio de nosotros, promete guardarnos con su poder, aunque no necesita palabras para demostrarnos que nos ama , con cánticos de alegría te expresará la felicidad que le haces sentir.
¿Puedes creer en esto? Quizás me digas, pero eso es del atiguo testamento, ¿más en el nuevo testamento no se nos dice "que en el cielo hay fiesta cuando un pecador se arrepiente? ¿Y la parábola del hijo pródigo? No hay duda de tan gran Amor.
Así como de aquel Israel quedo un remanente el cual Dios bendijo, asi también de este mundo hay un remanente del pueblo del Señor que es bendecido, porque hemos sido llamados y seremos pasado por el fuego de la prueba mas ahí es donde nuestra confianza en Dios es aprobada, porque no debemos pensar que no vamos a sufrir por ser cristianos, la palabra de Dios nos dice que el juicio comienza por el pueblo de Dios en primer lugar, más esto es para que salgamos aprobados y restaurados.
No debemos pensar que el arrepentirnos y aceptar a Cristo nos libra de padecer, pero lo que si debemos afirmar en nuestro corazón es que Dios nos ama produndamente y no nos castigará juntamente con aquellos que no creen y se burlan de su Hijo.
En muchas ocasiones pareciera que los del mundo son más felices que los cristianos, pero en realidad esto no es asi, ya que la alegria de ellos es pasajera y ficticia, en cambio nuestro gozo aun en medio de luchas es verdadero y proviene del Gran Amor que el Señor nos tiene.
Si en algún momento sientes que la angustia quiere inundar tu corazón recuerda esto.
"Así ha dicho Jehová, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche, que parte el mar, y braman sus ondas; Jehová de los ejércitos es su nombre: 36 Si faltaren estas leyes delante de mí, dice Jehová, también la descendencia de Israel faltará para no ser nación delante de mí eternamente.
Así ha dicho Jehová: Si los cielos arriba se pueden medir, y explorarse abajo los fundamentos de la tierra, también yo desecharé toda la descendencia de Israel por todo lo que hicieron, dice Jehová"(Jeremias 31:35-37).
El Señor nos está diciendo, el día que estas leyes naturales lleguen a faltar o el día que alguien pueda medir la altura del cielo o explorar lo profundo de la tierra, ese día Dios rechazaría a su pueblo y dejaría ser su nación preferida.
¡Pero eso nunca sucedera! Por eso estemos siempre firmes, odedeciendo y no como algunos del pueblo de Israel incluso el rey que no creyeron a la salvación que el Señor les estaba dando al decirles que se dejaran arrestar y llevar como esclavos a Babilonia, el Señor les prometió que allí el los cuidaría, que no debían tener miedo al Rey de Babilonia, porque el Amor del Señor estaría con ellos aún cuando estaban en la condición de esclavos y siendo tratados como tal, el Señor les promete que los haría regresar, pero ellos se burlaron, se enojaron con el profeta Jeremías, no creyeron e intentaron salvar sus propias vidas por medio de sus propios medios, intentaron escapar y fueron atrapados y muertos, otros se fueron a Egipto y alli perecieron.
¿Y nosotros? Debemos creer en su Gran Amor que nos protege, no temamos a nada ni nadie.
Dios los bendiga.
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