sábado, 20 de diciembre de 2014
Nueva criatura, para la gloria de Dios
Estimados:
Dios los bendiga en el nombre de Jesús.
Dios prometió que por medio del Mesías, iba a hacer una gran obra.
Cuando leemos los profetas nos damos cuenta de esa promesa eterna. Él anunció por los santos profetas que haría un pueblo nuevo por medio del Mesías, un pueblo distinto a Israel.
Israel quería ser como las demás naciones, o sea desobedientes, pero el celo del Señor les dice que eso nunca acontecerá, por cuanto el es Dios de Israel, Santo, poderoso y justo.
El pueblo de Dios, sería diferente porque su ley ya no estaría escrita en tablas externas, sino en el corazón.
Este pueblo no solo sería descendiente de Abraham en sangre, sino una nación de la fe de Abraham.
Ellos verdaderamente van a creer en Dios y verdaderamente serán transformados por su poder, porque el Señor al igual que un pastor que aparte sus ovejas de las que no son suyas, así El elegirá uno por uno a los que formarán su pueblo. (Ezequiel 20:32-38)
Como dijimos en el mensaje anterior, en (Ezequiel 36: 21-27) Dios nos está diciendo lo que va a hacer en el verdadero creyente
Debemos examinar si esta poderosa obra es una realidad en nuestras vidas o soy un creyente falso. Sinceramente, ¿algo está pasando en el cristianismo? ¿Puede una promesa cuyo nombre del Señor está de por medio fallar? El dijo que nunca sucederá lo que aquel Israel desobediente amaba en su corazón.
La respuesta es un rotundo No, Dios ha obrado y sigue obrando poderosamente en cada creyente verdadero en cada generación, santificándolos y tornándolos más maduros respecto al conocimiento de quien es El Señor.
Entiende que el pueblo del Señor no será popular, ni reconocido por este mundo, al contrario será aborrecido por el mundo, será en comparación a todo el sistema religioso falso, muy pequeño.
Mira esta descripción para que puedas darte cuenta. (Apocalipsis 20:7-9)
¿Realmente vemos a Dios haciendo esa obra en nosotros?
Dios no nos salva porque merecemos ser salvos, sino porque El es Salvador, Dios no salva a su pueblo por causa del hombre, sino a pesar del hombre, porque han hecho blasfemar el nombre del Señor en todas las naciones donde anduvieron.
Mira a Moises, El Señor le dice que se aparte de aquel pueblo, porque El los consumiría, inmediatamente Moisés intercede y dice, Señor, después las demás naciones dirán que El Señor no pudo introducirlos en la tierra que había prometido y por eso los destruyó.
Moisés estaba preocupado por la reputación del nombre del Señor.
¿Tu vida muestra este celo santo por el honor y honra del nombre del Señor?
Muchos están más preocupados por su propia reputación, por ser ellos reconocidos y populares, no se trata de nosotros, sino de su santo nombre, por eso somos salvos, para buena fama y gloria a su nombre entre las naciones.
¿Por qué ha hecho Dios esta gran obra salvadora? ¿Porque el hombre lo merece? Claro que no.
Entonces; ¿por que lo hizo?
Dios salva al hombre para recibir la gloria de esa obra, el dice que va a venir a salvar a su pueblo, no solo los va a justificar, sino que los va a transformar por su poder de tal manera que el mundo al mirar aquella obra gloriosa y poderosa lo alabe por su poder demostrado en su pueblo.
Yo les decía a mi esposa e hijos, si somos verdaderamente parte del pueblo de Dios y si El nos ha escogido , esta obra va a ser una realidad en nuestras vidas, de lo contrario lo único que vamos a ser es mundanos con fachada de cristianos, porque El dijo que a los rebeldes los apartará. Verdaderamente el árbol se conoce por sus frutos.
¿Qué es lo que tenemos hoy de cristianismo?
Te diré lo que tenemos, tenemos muchas personas que dicen ser cristianas y viven como el diablo. Y como estás personas se identifican con Cristo, pero viven como el diablo, es que el nombre del Señor no es alabado.
Cuando una iglesia ha colocado sus propias ideas de hombres para atraer a la gente, cuando una iglesia no predica sobre la santidad y lo que significa ser realmente convertido, esos lugares se llenan de gente mala que por sus malas acciones los incrédulos se burlan del cristianismo, cuando les hablas de Jesús pareciera que les estás hablando de algo horrible, particularmente vivimos esta gran lucha de muy cerca.
Debemos entender que muchos que dicen ser cristianos, viven una vida contraria al carácter de Cristo y contraria a las palabras de Cristo.
Porque no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia.
¿Sabes lo que está faltando? Hombres convertidos de verdad, que enseñen en sus hogares las escrituras, que busquen ser hombres bíblicos, que enseñen en la iglesia el evangelio no diluído, si tu eres hombre, déjame preguntarte. ¿Tu te sientas con tu esposa e hijos a enseñarles las escrituras? Esa es tu responsabilidad, no es de la escuela bíblica los domingos, sino tuya, si no estás haciendo eso estás fallando grandemente, después muchos se quejan de las esposas e hijos, pero ni siquiera están ellos mismos buscando con toda diligencia lo que está escrito respecto a un hombre bíblico.
¿Estás intercediendo por ellos en oración todos los días?
Somos salvos por fe, no por obras; lo que tenemos que entender es que una persona que ha sido salva, nació de nuevo, es una nueva criatura.
He visto hogares donde dicen ser cristianos, pero los padres acompañan en todas las carnalidades a sus hijos. Recuerda que el Señor dijo a su pueblo, por cuanto ellos se olvidaron del Señor, El se olvidaría de sus hijos.
Una persona salva, ha sido creada con nuevos deseos, servir a Cristo y ser santo. ¿El ha hecho esto en ti?
¿Miras al mundo y deseas ser como el mundo, vestirte como el mundo, hablar como el mundo? ¿Tener el respeto y el aprecio del mundo?
Si es así deberíamos temblar, porque eso es una evidencia de que Dios no ha hecho ninguna obra en nosotros.
Si el poder de Dios no puede ser visto en ti, llevándote a una mayor santidad a cada día, es muy probable que no haya poder de Dios en tu vida. Tu puedes venir con todos tus títulos y con todo tu conocimiento de la Bilbia y con todas tus supuestas manifestaciones de poder, eso no sorprende a nadie, porque sin darte cuenta eres igual al mundo. Entiende, se trata de una obra poderosa verdadera, genuina, su pueblo será distinto. Sino es cuestión de tiempo, vas a volver al vómito y a revolcarte en el lodo.
Si nuestro corazón no ha sido regenerado, no somos cristianos, porque El ha dicho que salvaría a su pueblo y se glorificaría por medio de ellos no solo salvando sus almas, sino transformando sus vidas.
Los cristianos no son sin pecado, van a luchar contra el pecado, hasta pueden caer, pero no pueden vivir en un estado de carnalidad continuo, ellos se arrepienten y Dios coloca en aquel hueco su poder, lo tapa para nunca más ser abierto. Esto quiso decir el Señor cuando dijo "El que lleva fruto, mi Padre lo limpiará para que lleve más fruto"
Es precioso este pasaje, describe la vida de una persona convertida, si ya lleva fruto, ¿por que es necesario limpiarlo? Porque no somos perfectos en un abrir y cerrar de ojos, pero ya se ve claramente la simiente de Dios en ellos, no estoy hablando para aquellos que viven pecando y ahora se justifican, sino para aquellos que cada vez que pecan, un cuchillo atraviesa su corazón de tal modo que casi no puede respirar y es conducido a pedir perdón. No es para ti que eres capaz de sacudirte el pecado sin ningún problema.
Todo lo de este mundo es contrario a Dios, su pueblo irá siendo cortado del mundo, Dios lo ira separando y quitando la mundanalidad de ellos y los llevará a si mismo.
Tu tienes las escrituras en tus manos, se que muchos de ustedes han aprendido de ella erradamente todo lo que Dios tiene para ti. No hay en todo el Evangelio promesas que tengan que ver con esta vida temporal.
Las escrituras están para aprender en primer lugar todas las cosas que Dios aborrece, para que nos alejemos de todo eso.
No erremos, no puede haber ninguna amistad entre Dios y el mundo, entre un creyente y un incrédulo.
Si verdaderamente Dios está obrando en ti, el va a usar su palabra y el poder de su Espíritu para revelarte lo que está mal en este mundo y sacarte de todo eso.
La santidad no es solo abandonar todo lo malo, sino correr a Dios todo el tiempo, el será tu refrigerio, tu descanso, vas a crecer más y más en devoción, cada día, cada año. Muchos de ustedes no consiguen ni orar , ni pasar tiempo leyendo las escrituras, una o dos horas por día.
Si quieres a Dios, tienes que dejar ir al mundo, pero si no quieres dejar ir al mundo, debes saber una cosa, el amor del Padre no está en ti.
Por esa razón a muchos no les gusta escuchar del infierno o del regreso de Jesús, los trastorna, están llenos de miedo, porque no hay amor de Dios, el perfecto amor hecha fuera el temor.
Ahí prefieres que te digan que tu eres vencedor, que Dios está contigo, que eres conquistador, que tienes al diablo bajos tus pies, que eres un campeón, que todo se va a cumplir en tu vida, sigue afanado de esa manera y vas a ver que ninguno de tus planes y expectativas se tornará realidad.
Muchos ni si quiera pueden describir que es el evangelio.
Quiero que sepas que si Dios te ha sacado de la condenación del pecado y te ha salvado, no dejará de trabajar en ti para tu santificación, por una única razón, la gloria de su nombre.
Dios va a ser muy celosos en cumplir lo que ha dicho, en limpiarnos de nuestras inmundicias e ídolos.
La conversión no es una decisión humana, es una gran obra, no solo Dios transforma tu corazón, sino que El habita en ti, El pone su Espíritu dentro de ti, es maravilloso todo esto, reflexiona en estas cosas.
Todo lo que esta cultura ofrece realmente es muy peligroso, la sensualidad, la falta de amor, el amor al dinero, los vicios, la rebelión, la inmoralidad, todo es realmente un veneno.
Cómo lo dijimos junto a mi familia el día que nos dimos cuenta de esto.
¡Gloria a Dios porque no dejará a su pueblo ser igual a las demás naciones!
Dios los bendiga.
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