Estimados:
Buenas noches, que Dios los bendiga en su Hijo Jesucristo. Que estas palabras sean para tu provecho.
Cuanta diferencia hay entre la Iglesia del Señor Jesús de los tiempos Bíblicos y las "iglesias" de nuestros días.
La diferencia abismal radica en que aquella iglesia de los días de Pablo, Juan y Pedro tenía por cabeza a Cristo, el cual derramó por su Espíritu el Amor de Dios en sus corazones, porque la iglesia no es un templo, sino cada persona sincera que ama a Dios, nosotros somos un templo para Dios y somos como una piedra que edifica la iglesia espiritual, la que será tomada por el Señor en su regreso, la que lo glorifica aquí en la tierra, la que no se mancha por este mundo, la que no se arruga por las falsas doctrinas, sino la que se mantiene fiel a su Señor hasta su venida.
Todo lo contrario pasa con las congregaciones de hoy, que al no ser Cristo la Cabeza, sino otro señor, son privadas y jamás recibirán tal derramamiento.
Todas las obras de la verdadera Iglesia del Señor fueron hechas por la fe que obra por Amor, esto es el Amor de Dios derramado en nuestros corazones, porque de nada sirve pertenecer a una "iglesia" o tener un título si el amor de Dios no está en nosotros.
"Pues nosotros por el Espíritu aguardamos por fe la esperanza de la justicia; porque en Cristo Jesús ni la circuncisión vale algo, ni la incircuncisión, sino la fe que obra por el amor"(Gálatas 5:5-6).
Hasta la esperanza de un día estar en el Reino de los Cielos es vana sin el Amor de Dios en nosotros.
Las "iglesias" de hoy solo tienen para mostrar soluciones de índole física y material, están afanadas en mostrar a la gente que todo se puede en este mundo, solo dan a cambio de recibir, realmente no aman las almas simplemente porque el Amor de Dios no fué derramado en sus corazones, se olvidan de los pobres, de los enfermos, de los que están en potestad del diablo.
Sus miembros solo ocupan su tiempo en obedecer lo que se les manda hacer y en llenar las cruzadas o campañas del "ungido" de turno, mientras que todos los días personas se mueren sin Dios y se pierden, lo peor que se mueren dentro de sus mismas "iglesias", están muertos espiritualmente. Quieren llamar la atención proclamando milagros, señales, prodigios y una fe muy grande, pero están muy lejos del Reino de Dios.
"Acercándose uno de los escribas, que los había oído disputar, y sabía que les había respondido bien, le preguntó: ¿Cuál es el primer mandamiento de todos? Jesús le respondió: El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor nuestro Dios, el Señor uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos. Entonces el escriba le dijo: Bien, Maestro, verdad has dicho, que uno es Dios, y no hay otro fuera de él; y el amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento, con toda el alma, y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a uno mismo, es más que todos los holocaustos y sacrificios. Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del reino de Dios"(Marcos 12:28-34).
No es casualidad que los dos mandamientos más importantes tengan como esencia el Amor, porque no se puede amar a Dios sin que hayamos recibido de su Espíritu su Amor; tampoco podemos amar a nuestro prójimo si Dios no derramó su amor sobre nosotros.
Un día comprendi que el amor que yo creía tener de Dios no era más que una imitación del mal, no había coherencia en ese amor falso, porque por un lado yo predicaba con Fe, oraba por sanidad, liberación, iba a evangelizar, ayunaba, tenía las reuniones llenas, muchas personas se iban con esperanza y una sonrisa en el rostro, todo parecía perfecto, pero cuando el Señor me hizo abrir los ojos para gran sorpresa mía, en realidad yo estaba matando a todas aquellas personas, las estaba engañando, les estaba cerrando el Reino de los Cielos porque les llevaba un falso evangelio, entonces comprendí que todas las obras que hice no fueron por la fe que obra por el Amor, sino fueron obras carentes de sentido, que no salva a nadie, que no lleva a conocer a Dios, obras muertas que responden a la letra, cuyo especialista de predicar la letra es el diablo por boca de sus ministros, yo escuchaba aquellas "enseñanzas" vacias, y todos sabemos que la letra nos mata.
Muchas "iglesias" están predicando solo letra que no vivifica a nadie.
El Señor al ver que el escriba le responde sabiamente, le dice: "No estás lejos del Reino de Dios"
Querido hermano, ¿Cuán cerca o lejos estás del Reino de Dios? La verdad es que si amas a Dios con todas tus fuerzas entonces solo escucharás su Palabra, pero si no lo haces tienes que saber que el Amor de Dios no fué derramado en ti y consecuentemente no podrás amar a tu prójimo con Amor de Dios, aunque todas las obras que lleves a cabo te hagan sentir muy bien, esa alegría es solo tuya, no es el gozo ni la alegría que Dios siente y comparte contigo en tu corazón.
Muchos se sienten bien con lo que están haciendo, pero Dios no se complace con esas obras, porque debes entender que si no das lo verdadero, no puedes agradar a Dios.
Solo cuando el Espíritu Santo derrama en nuestros corazones su Amor vamos a amar a Dios de verdad y a nuestro prójimo, solo recién ahí tendrá sentido todo lo que hagamos porque nuestra Fe obrará por el Amor y nuestro gozo será completo.
¿Estás en una iglesia?, ¿cuál es tu prioridad? ¿qué es lo que te enseñan? ¿qué estás procurando? ¿Tú iglesia sigue los pasos de la Iglesia de la Biblia?
Quiero que sepas que si estas leyendo este mensaje puede que sea una oportunidad para reflexionar, para tomar una decisión aunque esto implique dar un paso al costado de la iglesia a la que asistes o en la que sirves y empezar de cero.
Permite a Dios derramar su Amor en tu corazón, busca esto con todas tus fuerzas.
"Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo; por quien también tenemos entrada por la fe a esta gracia en la cual estamos firmes, y nos gloriamos en la esperanza de la gloria de Dios. Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza; y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado"(Romanos 5:1-5).
Mi corazón anhela tanto aquella iglesia de los tiempos Bíblicos, pero tengo certeza que esa iglesia está esparcida en todo el mundo, no es la popular, no es la que grita a los cuatro vientos las obras que hace, la que muestra los "testimonios" que ocurren, sino es la que trabaja en silencio, no tocando trompeta, siendo recompensada por Dios que ve en lo secreto, trabajando arduamente por el Reino y su Justicia, la que gime por tanto engaño espiritual, la que llora por las almas perdidas, la que espera con fidelidad el regreso de su Señor el cual es su cabeza.
La iglesia verdadera del Señor camina por el camino más excelente que es el Amor, mientras las sinagogas de satanás que pretenden ser "iglesia del Señor" caminan por un camino de muerte solo pudiendo imitar algunas cosas como la fe, los milagros, las señales, las sanidades, liberaciones y hasta la prédica, pero jamás podrá imitar ni tener el Amor de Dios, el Don por excelencia, el motor de todas la obras de la verdadera iglesia del Señor, el amor que nos permite ver lo errado y exhortar, la que no nos deja deleitarnos en la injusticia. Pero en las sinagogas de satanás todo está permitido, no hay justicia, no hay equilibrio, no hay orden y sobre todo no hay santidad. ¿Se puede tener santidad sin amor a Dios?
"Procurad, pues, los dones mejores. Mas yo os muestro un camino aun más excelente"(1Corintios 12:31).
" Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe. Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy. Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve.
El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece; no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor; no se goza de la injusticia, mas se goza de la verdad. Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
El amor nunca deja de ser; pero las profecías se acabarán, y cesarán las lenguas, y la ciencia acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño, juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño. Ahora vemos por espejo, oscuramente; mas entonces veremos cara a cara. Ahora conozco en parte; pero entonces conoceré como fui conocido. Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor"(1Corintios 13:1-12).
Que Dios derrame su amor en nuestros corazones para caminar por este camino.
Dios los bendiga.
domingo, 29 de agosto de 2010
lunes, 23 de agosto de 2010
Temamos ante la grandeza de Dios
Estimados:
Les pido lean hasta el final, porque cuando es Palabra de Dios debemos buscar entender para librar nuestra vida de la muerte.
Estaba leyendo en libro de Job y realmente me fue manifestado algo que me llena de temor a Dios y a la vez me llena de fe en él.
En el capítulo 31 del libro de Job, podemos ver como Job afirma su integridad queriendo justificarse a si mismo poniendo a Dios como injusto por el sufrimiento que estaba padeciendo. Cuando Job con sus muchas palabras afirma ser íntegro ninguno de sus tres amigos que lo habían condenado pudo responderle palabras, se quedaron callados, a pesar de que eran hombres de edad considerada y de experiencia de vida, no hubo en ellos sabiduría para responder a Job y hacerle entender que sus palabras intentando justificarse y cuestionando a Dios eran sin sentido alguno, Job estaba pecando tal cual un malvado, no había sabiduría en las palabras de Job. Las palabras necias de Job no provocarían en Dios nada respecto a su aflicción, sino que le serían en contra.
Si este hombre que tenía temor a Dios llegó a pecar delante de Dios con tantas palabras, cuantos serán entonces los que hoy pecan delante de Dios creyéndose justos a sus propios ojos, muchas veces cuestionando la presencia de Dios, ocultando así nuestros propios pecados, creyendo que nuestros caminos son rectos y que no somos merecedores de ningún mal.
" Hice pacto con mis ojos;
¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?
2 Porque ¿qué galardón me daría de arriba Dios,
Y qué heredad el Omnipotente desde las alturas?
3 ¿No hay quebrantamiento para el impío,
Y extrañamiento para los que hacen iniquidad?
4 ¿No ve él mis caminos,
Y cuenta todos mis pasos?
5 Si anduve con mentira,
Y si mi pie se apresuró a engaño,
6 Péseme Dios en balanzas de justicia,
Y conocerá mi integridad.
7 Si mis pasos se apartaron del camino,
Si mi corazón se fue tras mis ojos,
Y si algo se pegó a mis manos,
8 Siembre yo, y otro coma,
Y sea arrancada mi siembra.
9 Si fue mi corazón engañado acerca de mujer,
Y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo,
10 Muela para otro mi mujer,
Y sobre ella otros se encorven.
11 Porque es maldad e iniquidad
Que han de castigar los jueces.
12 Porque es fuego que devoraría hasta el Abadón,
Y consumiría toda mi hacienda.
13 Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva,
Cuando ellos contendían conmigo,
14 ¿Qué haría yo cuando Dios se levantase?
Y cuando él preguntara, ¿qué le respondería yo?
15 El que en el vientre me hizo a mí, ¿no lo hizo a él?
¿Y no nos dispuso uno mismo en la matriz?
16 Si estorbé el contento de los pobres,
E hice desfallecer los ojos de la viuda;
17 Si comí mi bocado solo,
Y no comió de él el huérfano
18 (Porque desde mi juventud creció conmigo como con un padre,
Y desde el vientre de mi madre fui guía de la viuda);
19 Si he visto que pereciera alguno sin vestido,
Y al menesteroso sin abrigo;
20 Si no me bendijeron sus lomos,
Y del vellón de mis ovejas se calentaron;
21 Si alcé contra el huérfano mi mano,
Aunque viese que me ayudaran en la puerta;
22 Mi espalda se caiga de mi hombro,
Y el hueso de mi brazo sea quebrado.
23 Porque temí el castigo de Dios,
Contra cuya majestad yo no tendría poder.
24 Si puse en el oro mi esperanza,
Y dije al oro: Mi confianza eres tú;
25 Si me alegré de que mis riquezas se multiplicasen,
Y de que mi mano hallase mucho;
26 Si he mirado al sol cuando resplandecía,
O a la luna cuando iba hermosa,
27 Y mi corazón se engañó en secreto,
Y mi boca besó mi mano;
28 Esto también sería maldad juzgada;
Porque habría negado al Dios soberano.
29 Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía,
Y me regocijé cuando le halló el mal
30 (Ni aun entregué al pecado mi lengua,
Pidiendo maldición para su alma);
31 Si mis siervos no decían:
¿Quién no se ha saciado de su carne?
32 (El forastero no pasaba fuera la noche;
Mis puertas abría al caminante);
33 Si encubrí como hombre mis transgresiones,
Escondiendo en mi seno mi iniquidad,
34 Porque tuve temor de la gran multitud,
Y el menosprecio de las familias me atemorizó,
Y callé, y no salí de mi puerta;
35 ¡Quién me diera quien me oyese!
He aquí mi confianza es que el Omnipotente testificará por mí,
Aunque mi adversario me forme proceso.
36 Ciertamente yo lo llevaría sobre mi hombro,
Y me lo ceñiría como una corona.
37 Yo le contaría el número de mis pasos,
Y como príncipe me presentaría ante él.
38 Si mi tierra clama contra mí,
Y lloran todos sus surcos;
39 Si comí su sustancia sin dinero,
O afligí el alma de sus dueños,
40 En lugar de trigo me nazcan abrojos,
Y espinos en lugar de cebada.
Aquí terminan las palabras de Job". (Job 31)
Nunca debemos ni pensar que Dios hace algo injusto!
En ese preciso momento aparece un joven llamado Eliú, quién escuchó todas las palabras de Job, este joven respetuosamente escuchó todo aguardando que los amigos de Job que eran ancianos pronunciaran palabras de sabiduría para corregir a Job de su grande error, pero al ver que de estos hombres no salían palabras algunas, no aguantó más, confrontó a Job y hablo lleno de sabiduría. Podemos comprender que la sabiduría de Dios no solo está en personas de edad avanzada o con más experiencia, sino en todo hombre que teme a Dios de verdad.
Eliú habla cuatro discursos hacia Job, los cuales son tremendos y hacen a cualquiera reflexionar y temer delante de la grandeza y soberanía del Dios vivo.
"1 Cesaron estos tres varones de responder a Job, por cuanto él era justo a sus propios ojos. 2 Entonces Eliú hijo de Baraquel buzita, de la familia de Ram, se encendió en ira contra Job; se encendió en ira, por cuanto se justificaba a sí mismo más que a Dios. 3 Asimismo se encendió en ira contra sus tres amigos, porque no hallaban qué responder, aunque habían condenado a Job. 4 Y Eliú había esperado a Job en la disputa, porque los otros eran más viejos que él. 5 Pero viendo Eliú que no había respuesta en la boca de aquellos tres varones, se encendió en ira. 6 Y respondió Eliú hijo de Baraquel buzita, y dijo:
Yo soy joven, y vosotros ancianos;
Por tanto, he tenido miedo, y he temido declararos mi opinión.
7 Yo decía: Los días hablarán,
Y la muchedumbre de años declarará sabiduría.
8 Ciertamente espíritu hay en el hombre,
Y el soplo del Omnipotente le hace que entienda.
9 No son los sabios los de mucha edad,
Ni los ancianos entienden el derecho.
10 Por tanto, yo dije: Escuchadme;
Declararé yo también mi sabiduría.
11 He aquí yo he esperado a vuestras razones,
He escuchado vuestros argumentos,
En tanto que buscabais palabras.
12 Os he prestado atención,
Y he aquí que no hay de vosotros quien redarguya a Job,
Y responda a sus razones.
13 Para que no digáis: Nosotros hemos hallado sabiduría;
Lo vence Dios, no el hombre.
14 Ahora bien, Job no dirigió contra mí sus palabras,
Ni yo le responderé con vuestras razones.
15 Se espantaron, no respondieron más;
Se les fueron los razonamientos.
16 Yo, pues, he esperado, pero no hablaban;
Más bien callaron y no respondieron más.
17 Por eso yo también responderé mi parte;
También yo declararé mi juicio.
18 Porque lleno estoy de palabras,
Y me apremia el espíritu dentro de mí.
19 De cierto mi corazón está como el vino que no tiene respiradero,
Y se rompe como odres nuevos.
20 Hablaré, pues, y respiraré;
Abriré mis labios, y responderé.
21 No haré ahora acepción de personas,
Ni usaré con nadie de títulos lisonjeros.
22 Porque no sé hablar lisonjas;
De otra manera, en breve mi Hacedor me consumiría"(Job 32)
Eliú en su primer discurso reprende a Job por sus palabras de reproche hacia Dios, porque Job había dicho que era inocente, sin pecado, limpio y libre de culpa, que Dios lo había tomado de enemigo, que Dios le había encontrado faltas a pesar de que el se consideraba recto.
Eliú le dice a Job que esta muy equivocado, que Dios es más grande que cualquier mortal, lo reprende por decir que Dios nos respondía a todas sus preguntas.
Hermanos no somos nadie para cuestionar a Dios, entiende que si eres amado por él el te corregirá una y otra vez, Dios nos habla de muchas maneras y continuamente, pero somos nosotros que no podemos entender cuando Dios nos está hablando, no lo percibimos.
Cuando nos sea revelado un pecado no lo ocultemos queriendo justificarlo, sus advertencias son para que nos apartemos de lo malo, para librarnos de caer en el sepulcro. En buena hora si Dios nos quebranta casi hasta hacernos sentir la muerte, así no nos confiamos y alejamos de él, muchas veces la aflicción es necesaria, pero el propósito no es para destruirnos. Solo cuando somos quebrantados hasta sentir que somos débiles, que no somos nadas, es cuando aprendemos a valorar más la vida que Dios tiene para darnos, solo ahí entendemos que si solo quita Dios su aliento de vida de nosotros morimos en cualquier momento, sean ricos o pobres morimos y todo lo que planeábamos queda frustrado.
Pero debemos entender que si nuestro mediador que es Jesucristo habla delante de Dios en nuestro favor, intercediendo por nosotros, dando testimonio de nuestra rectitud, seremos completamente sanos y salvos, recobraremos las fuerzas y alabaremos a Dios, oraremos al Señor y él nos atenderá. Daremos testimonio de como Dios nos libró de la muerte y podemos todavía ver a cada día la luz.
Pero todo esto acontecerá si nos arrepentimos de todo el corazón y buscamos con todas nuestras fuerzas a aquel que se entregó por nosotros en la Cruz del Calvario.
Debemos entender como Dios trata con el hombre, su carácter y su omnipotencia.
" Por tanto, Job, oye ahora mis razones,
Y escucha todas mis palabras.
2 He aquí yo abriré ahora mi boca,
Y mi lengua hablará en mi garganta.
3 Mis razones declararán la rectitud de mi corazón,
Y lo que saben mis labios, lo hablarán con sinceridad.
4 El espíritu de Dios me hizo,
Y el soplo del Omnipotente me dio vida.
5 Respóndeme si puedes;
Ordena tus palabras, ponte en pie.
6 Heme aquí a mí en lugar de Dios, conforme a tu dicho;
De barro fui yo también formado.
7 He aquí, mi terror no te espantará,
Ni mi mano se agravará sobre ti.
8 De cierto tú dijiste a oídos míos,
Y yo oí la voz de tus palabras que decían:
9 Yo soy limpio y sin defecto;
Soy inocente, y no hay maldad en mí.
10 He aquí que él buscó reproches contra mí,
Y me tiene por su enemigo;
11 Puso mis pies en el cepo,
Y vigiló todas mis sendas.
12 He aquí, en esto no has hablado justamente;
Yo te responderé que mayor es Dios que el hombre.
13 ¿Por qué contiendes contra él?
Porque él no da cuenta de ninguna de sus razones.
14 Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios;
Pero el hombre no entiende.
15 Por sueño, en visión nocturna,
Cuando el sueño cae sobre los hombres,
Cuando se adormecen sobre el lecho,
16 Entonces revela al oído de los hombres,
Y les señala su consejo,
17 Para quitar al hombre de su obra,
Y apartar del varón la soberbia.
18 Detendrá su alma del sepulcro,
Y su vida de que perezca a espada.
19 También sobre su cama es castigado
Con dolor fuerte en todos sus huesos,
20 Que le hace que su vida aborrezca el pan,
Y su alma la comida suave.
21 Su carne desfallece, de manera que no se ve,
Y sus huesos, que antes no se veían, aparecen.
22 Su alma se acerca al sepulcro,
Y su vida a los que causan la muerte.
23 Si tuviese cerca de él
Algún elocuente mediador muy escogido,
Que anuncie al hombre su deber;
24 Que le diga que Dios tuvo de él misericordia,
Que lo libró de descender al sepulcro,
Que halló redención;
25 Su carne será más tierna que la del niño,
Volverá a los días de su juventud.
26 Orará a Dios, y éste le amará,
Y verá su faz con júbilo;
Y restaurará al hombre su justicia.
27 El mira sobre los hombres; y al que dijere:
Pequé, y pervertí lo recto,
Y no me ha aprovechado,
28 Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro,
Y su vida se verá en luz.
29 He aquí, todas estas cosas hace Dios
Dos y tres veces con el hombre,
30 Para apartar su alma del sepulcro,
Y para iluminarlo con la luz de los vivientes.
31 Escucha, Job, y óyeme;
Calla, y yo hablaré.
32 Si tienes razones, respóndeme;
Habla, porque yo te quiero justificar.
33 Y si no, óyeme tú a mí;
Calla, y te enseñaré sabiduría"(Job 33).
En su segundo discurso Eliú expone una palabra llena de pecado que salió de la boca de Job al decir que sería una mentira admitir que fuera un mentiroso y que no se gana nada con querer agradar a Dios. También aprendemos que Dios da a cada uno conforme a sus caminos, hay muchos "cristianos" que hasta el día de hoy están cosechando lo que sembraron, pero lo peor es que no están sembrando lo bueno para que la cosecha sea bendita.
¿Cuantas veces decimos a Dios, Señor hemos pecado, me dejé engañar, no lo volveré a hacer, muéstrame las faltas que yo no veo, se he actuado mal, no lo volveré a hacer?
En el cristianismo que hoy se vive tengo certeza que nunca con sinceridad.
¿Y todavía esperas que Dios te recompense como mejor te perezca, aunque lo has rechazado?.
Job es expuesto como un hombre malvado y rebelde que se atreve a contender contra Dios. ¡Cuantos son los que hoy en una terrible insensatez contienden con el Señor provocándolo a celos! En vez de reconocer todos sus caminos torcidos pretenden ser justos delante de los demás con sus propios esfuerzos.
" Además Eliú dijo:
2 Oíd, sabios, mis palabras;
Y vosotros, doctos, estadme atentos.
3 Porque el oído prueba las palabras,
Como el paladar gusta lo que uno come.
4 Escojamos para nosotros el juicio,
Conozcamos entre nosotros cuál sea lo bueno.
5 Porque Job ha dicho: Yo soy justo,
Y Dios me ha quitado mi derecho.
6 ¿He de mentir yo contra mi razón?
Dolorosa es mi herida sin haber hecho yo trasgresión.
7 ¿Qué hombre hay como Job,
Que bebe el escarnio como agua,
8 Y va en compañía con los que hacen iniquidad,
Y anda con los hombres malos?
9 Porque ha dicho: De nada servirá al hombre
El conformar su voluntad a Dios.
10 Por tanto, varones de inteligencia, oídme:
Lejos esté de Dios la impiedad,
Y del Omnipotente la iniquidad.
11 Porque él pagará al hombre según su obra,
Y le retribuirá conforme a su camino.
12 Sí, por cierto, Dios no hará injusticia,
Y el Omnipotente no pervertirá el derecho.
13 ¿Quién visitó por él la tierra?
¿Y quién puso en orden todo el mundo?
14 Si él pusiese sobre el hombre su corazón,
Y recogiese así su espíritu y su aliento,
15 Toda carne perecería juntamente,
Y el hombre volvería al polvo.
16 Si, pues, hay en ti entendimiento, oye esto;
Escucha la voz de mis palabras.
17 ¿Gobernará el que aborrece juicio?
¿Y condenarás tú al que es tan justo?
18 ¿Se dirá al rey: Perverso;
Y a los príncipes: Impíos?
19 ¿Cuánto menos a aquel que no hace acepción de personas de príncipes.
Ni respeta más al rico que al pobre,
Porque todos son obra de sus manos?
20 En un momento morirán,
Y a medianoche se alborotarán los pueblos, y pasarán,
Y sin mano será quitado el poderoso.
21 Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre,
Y ve todos sus pasos.
22 No hay tinieblas ni sombra de muerte
Donde se escondan los que hacen maldad.
23 No carga, pues, él al hombre más de lo justo,
Para que vaya con Dios a juicio.
24 El quebrantará a los fuertes sin indagación,
Y hará estar a otros en su lugar.
25 Por tanto, él hará notorias las obras de ellos,
Cuando los trastorne en la noche, y sean quebrantados.
26 Como a malos los herirá
En lugar donde sean vistos;
27 Por cuanto así se apartaron de él,
Y no consideraron ninguno de sus caminos,
28 Haciendo venir delante de él el clamor del pobre,
Y que oiga el clamor de los necesitados.
29 Si él diere reposo, ¿quién inquietará?
Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará?
Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre;
30 Haciendo que no reine el hombre impío
Para vejaciones del pueblo.
31 De seguro conviene que se diga a Dios:
He llevado ya castigo, no ofenderé ya más;
32 Enséñame tú lo que yo no veo;
Si hice mal, no lo haré más.
33 ¿Ha de ser eso según tu parecer?
El te retribuirá, ora rehúses, ora aceptes, y no yo;
Di, si no, lo que tú sabes.
34 Los hombres inteligentes dirán conmigo,
Y el hombre sabio que me oiga:
35 Que Job no habla con sabiduría,
Y que sus palabras no son con entendimiento.
36 Deseo yo que Job sea probado ampliamente,
A causa de sus respuestas semejantes a las de los hombres inicuos.
37 Porque a su pecado añadió rebeldía;
Bate palmas contra nosotros,
Y contra Dios multiplica sus palabras". (Job 34)
El tercer discurso de Eliú nos enseña que cuando pecamos en nada afectamos a Dios, que nuestros muchos pecados no le hacen nada, que si hacemos bien no le hacemos ningún beneficio, sino que es a nuestros semejantes a quienes le afectan nuestros pecados como así también nuestras buenas acciones, como si de algo nos pudiéramos jactar y como si Dios necesitara algo de nosotros, ahora se me viene a la mente las palabras del Señor Jesús cuando habla del "Siervo Inútil".
Hermanos entendamos que solo nosotros mismos nos hacemos mal y nos autodestruimos cuando rechazamos a Dios, también nuestras malas decisiones tendrán efecto en nuestros seres más cercanos. Cuantas personas que profesan ser cristianas están con la familia destruida, llenos de problemas que parecen nunca acabar y no adelanta querer disimular y vivir en una apariencia, porque terminaremos agobiados por nuestros mismos consejos. Dios no hace caso de las falsedades.(Leer Job 35)
Y en el último discurso de Eliú (Job 36 y 37) aprendemos que el Señor nos habla para corregirnos, si hacemos caso tendremos la bendición de Dios en toda su plenitud, pero si no obedecemos vamos a perecer, muchos llegan a morir en la juventud.
Las pruebas y las luchas que pasamos Dios nos salva por medio de la fe verdadera en él, por medio de la aflicción llegamos a entender la voluntad de Dios, nos hacen madurar. Debemos cuidarnos de no dejarnos sobornar por las muchas doctrinas y no dejarnos seducir por el dinero porque en la angustia no servirán de nada.
Contemplemos toda la grandeza de su poder por medio de toda la creación que lo alaba, temblemos delante de su presencia.
El propósito de Dios para con sus amados y escogidos es que lo conozcan de verdad y no solo de oídos y que sean preparados para toda buena obra.
"Respondió Job a Jehová, y dijo:
Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti.
¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento?
Por tanto, yo hablaba lo que no entendía;
Cosas demasiadas maravillosas para mí, que yo no comprendía.
Oye, te ruego, y hablaré;
Te preguntaré, y tú me enseñarás.
De oídas te había oído;
Mas ahora mis ojos te ven.
Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza" (Job 42:1-6)
El estado final de Job fue más bendecido que el primero, pero más allá de las cosas materiales que recibió con creces y más abundantes que la primera vez, cosas secundarias, Job recibió lo más maravilloso que un hombre puede recibir de Dios, conocerlo y ser conocido por el Señor.
Que Dios los bendiga.
Les pido lean hasta el final, porque cuando es Palabra de Dios debemos buscar entender para librar nuestra vida de la muerte.
Estaba leyendo en libro de Job y realmente me fue manifestado algo que me llena de temor a Dios y a la vez me llena de fe en él.
En el capítulo 31 del libro de Job, podemos ver como Job afirma su integridad queriendo justificarse a si mismo poniendo a Dios como injusto por el sufrimiento que estaba padeciendo. Cuando Job con sus muchas palabras afirma ser íntegro ninguno de sus tres amigos que lo habían condenado pudo responderle palabras, se quedaron callados, a pesar de que eran hombres de edad considerada y de experiencia de vida, no hubo en ellos sabiduría para responder a Job y hacerle entender que sus palabras intentando justificarse y cuestionando a Dios eran sin sentido alguno, Job estaba pecando tal cual un malvado, no había sabiduría en las palabras de Job. Las palabras necias de Job no provocarían en Dios nada respecto a su aflicción, sino que le serían en contra.
Si este hombre que tenía temor a Dios llegó a pecar delante de Dios con tantas palabras, cuantos serán entonces los que hoy pecan delante de Dios creyéndose justos a sus propios ojos, muchas veces cuestionando la presencia de Dios, ocultando así nuestros propios pecados, creyendo que nuestros caminos son rectos y que no somos merecedores de ningún mal.
" Hice pacto con mis ojos;
¿Cómo, pues, había yo de mirar a una virgen?
2 Porque ¿qué galardón me daría de arriba Dios,
Y qué heredad el Omnipotente desde las alturas?
3 ¿No hay quebrantamiento para el impío,
Y extrañamiento para los que hacen iniquidad?
4 ¿No ve él mis caminos,
Y cuenta todos mis pasos?
5 Si anduve con mentira,
Y si mi pie se apresuró a engaño,
6 Péseme Dios en balanzas de justicia,
Y conocerá mi integridad.
7 Si mis pasos se apartaron del camino,
Si mi corazón se fue tras mis ojos,
Y si algo se pegó a mis manos,
8 Siembre yo, y otro coma,
Y sea arrancada mi siembra.
9 Si fue mi corazón engañado acerca de mujer,
Y si estuve acechando a la puerta de mi prójimo,
10 Muela para otro mi mujer,
Y sobre ella otros se encorven.
11 Porque es maldad e iniquidad
Que han de castigar los jueces.
12 Porque es fuego que devoraría hasta el Abadón,
Y consumiría toda mi hacienda.
13 Si hubiera tenido en poco el derecho de mi siervo y de mi sierva,
Cuando ellos contendían conmigo,
14 ¿Qué haría yo cuando Dios se levantase?
Y cuando él preguntara, ¿qué le respondería yo?
15 El que en el vientre me hizo a mí, ¿no lo hizo a él?
¿Y no nos dispuso uno mismo en la matriz?
16 Si estorbé el contento de los pobres,
E hice desfallecer los ojos de la viuda;
17 Si comí mi bocado solo,
Y no comió de él el huérfano
18 (Porque desde mi juventud creció conmigo como con un padre,
Y desde el vientre de mi madre fui guía de la viuda);
19 Si he visto que pereciera alguno sin vestido,
Y al menesteroso sin abrigo;
20 Si no me bendijeron sus lomos,
Y del vellón de mis ovejas se calentaron;
21 Si alcé contra el huérfano mi mano,
Aunque viese que me ayudaran en la puerta;
22 Mi espalda se caiga de mi hombro,
Y el hueso de mi brazo sea quebrado.
23 Porque temí el castigo de Dios,
Contra cuya majestad yo no tendría poder.
24 Si puse en el oro mi esperanza,
Y dije al oro: Mi confianza eres tú;
25 Si me alegré de que mis riquezas se multiplicasen,
Y de que mi mano hallase mucho;
26 Si he mirado al sol cuando resplandecía,
O a la luna cuando iba hermosa,
27 Y mi corazón se engañó en secreto,
Y mi boca besó mi mano;
28 Esto también sería maldad juzgada;
Porque habría negado al Dios soberano.
29 Si me alegré en el quebrantamiento del que me aborrecía,
Y me regocijé cuando le halló el mal
30 (Ni aun entregué al pecado mi lengua,
Pidiendo maldición para su alma);
31 Si mis siervos no decían:
¿Quién no se ha saciado de su carne?
32 (El forastero no pasaba fuera la noche;
Mis puertas abría al caminante);
33 Si encubrí como hombre mis transgresiones,
Escondiendo en mi seno mi iniquidad,
34 Porque tuve temor de la gran multitud,
Y el menosprecio de las familias me atemorizó,
Y callé, y no salí de mi puerta;
35 ¡Quién me diera quien me oyese!
He aquí mi confianza es que el Omnipotente testificará por mí,
Aunque mi adversario me forme proceso.
36 Ciertamente yo lo llevaría sobre mi hombro,
Y me lo ceñiría como una corona.
37 Yo le contaría el número de mis pasos,
Y como príncipe me presentaría ante él.
38 Si mi tierra clama contra mí,
Y lloran todos sus surcos;
39 Si comí su sustancia sin dinero,
O afligí el alma de sus dueños,
40 En lugar de trigo me nazcan abrojos,
Y espinos en lugar de cebada.
Aquí terminan las palabras de Job". (Job 31)
Nunca debemos ni pensar que Dios hace algo injusto!
En ese preciso momento aparece un joven llamado Eliú, quién escuchó todas las palabras de Job, este joven respetuosamente escuchó todo aguardando que los amigos de Job que eran ancianos pronunciaran palabras de sabiduría para corregir a Job de su grande error, pero al ver que de estos hombres no salían palabras algunas, no aguantó más, confrontó a Job y hablo lleno de sabiduría. Podemos comprender que la sabiduría de Dios no solo está en personas de edad avanzada o con más experiencia, sino en todo hombre que teme a Dios de verdad.
Eliú habla cuatro discursos hacia Job, los cuales son tremendos y hacen a cualquiera reflexionar y temer delante de la grandeza y soberanía del Dios vivo.
"1 Cesaron estos tres varones de responder a Job, por cuanto él era justo a sus propios ojos. 2 Entonces Eliú hijo de Baraquel buzita, de la familia de Ram, se encendió en ira contra Job; se encendió en ira, por cuanto se justificaba a sí mismo más que a Dios. 3 Asimismo se encendió en ira contra sus tres amigos, porque no hallaban qué responder, aunque habían condenado a Job. 4 Y Eliú había esperado a Job en la disputa, porque los otros eran más viejos que él. 5 Pero viendo Eliú que no había respuesta en la boca de aquellos tres varones, se encendió en ira. 6 Y respondió Eliú hijo de Baraquel buzita, y dijo:
Yo soy joven, y vosotros ancianos;
Por tanto, he tenido miedo, y he temido declararos mi opinión.
7 Yo decía: Los días hablarán,
Y la muchedumbre de años declarará sabiduría.
8 Ciertamente espíritu hay en el hombre,
Y el soplo del Omnipotente le hace que entienda.
9 No son los sabios los de mucha edad,
Ni los ancianos entienden el derecho.
10 Por tanto, yo dije: Escuchadme;
Declararé yo también mi sabiduría.
11 He aquí yo he esperado a vuestras razones,
He escuchado vuestros argumentos,
En tanto que buscabais palabras.
12 Os he prestado atención,
Y he aquí que no hay de vosotros quien redarguya a Job,
Y responda a sus razones.
13 Para que no digáis: Nosotros hemos hallado sabiduría;
Lo vence Dios, no el hombre.
14 Ahora bien, Job no dirigió contra mí sus palabras,
Ni yo le responderé con vuestras razones.
15 Se espantaron, no respondieron más;
Se les fueron los razonamientos.
16 Yo, pues, he esperado, pero no hablaban;
Más bien callaron y no respondieron más.
17 Por eso yo también responderé mi parte;
También yo declararé mi juicio.
18 Porque lleno estoy de palabras,
Y me apremia el espíritu dentro de mí.
19 De cierto mi corazón está como el vino que no tiene respiradero,
Y se rompe como odres nuevos.
20 Hablaré, pues, y respiraré;
Abriré mis labios, y responderé.
21 No haré ahora acepción de personas,
Ni usaré con nadie de títulos lisonjeros.
22 Porque no sé hablar lisonjas;
De otra manera, en breve mi Hacedor me consumiría"(Job 32)
Eliú en su primer discurso reprende a Job por sus palabras de reproche hacia Dios, porque Job había dicho que era inocente, sin pecado, limpio y libre de culpa, que Dios lo había tomado de enemigo, que Dios le había encontrado faltas a pesar de que el se consideraba recto.
Eliú le dice a Job que esta muy equivocado, que Dios es más grande que cualquier mortal, lo reprende por decir que Dios nos respondía a todas sus preguntas.
Hermanos no somos nadie para cuestionar a Dios, entiende que si eres amado por él el te corregirá una y otra vez, Dios nos habla de muchas maneras y continuamente, pero somos nosotros que no podemos entender cuando Dios nos está hablando, no lo percibimos.
Cuando nos sea revelado un pecado no lo ocultemos queriendo justificarlo, sus advertencias son para que nos apartemos de lo malo, para librarnos de caer en el sepulcro. En buena hora si Dios nos quebranta casi hasta hacernos sentir la muerte, así no nos confiamos y alejamos de él, muchas veces la aflicción es necesaria, pero el propósito no es para destruirnos. Solo cuando somos quebrantados hasta sentir que somos débiles, que no somos nadas, es cuando aprendemos a valorar más la vida que Dios tiene para darnos, solo ahí entendemos que si solo quita Dios su aliento de vida de nosotros morimos en cualquier momento, sean ricos o pobres morimos y todo lo que planeábamos queda frustrado.
Pero debemos entender que si nuestro mediador que es Jesucristo habla delante de Dios en nuestro favor, intercediendo por nosotros, dando testimonio de nuestra rectitud, seremos completamente sanos y salvos, recobraremos las fuerzas y alabaremos a Dios, oraremos al Señor y él nos atenderá. Daremos testimonio de como Dios nos libró de la muerte y podemos todavía ver a cada día la luz.
Pero todo esto acontecerá si nos arrepentimos de todo el corazón y buscamos con todas nuestras fuerzas a aquel que se entregó por nosotros en la Cruz del Calvario.
Debemos entender como Dios trata con el hombre, su carácter y su omnipotencia.
" Por tanto, Job, oye ahora mis razones,
Y escucha todas mis palabras.
2 He aquí yo abriré ahora mi boca,
Y mi lengua hablará en mi garganta.
3 Mis razones declararán la rectitud de mi corazón,
Y lo que saben mis labios, lo hablarán con sinceridad.
4 El espíritu de Dios me hizo,
Y el soplo del Omnipotente me dio vida.
5 Respóndeme si puedes;
Ordena tus palabras, ponte en pie.
6 Heme aquí a mí en lugar de Dios, conforme a tu dicho;
De barro fui yo también formado.
7 He aquí, mi terror no te espantará,
Ni mi mano se agravará sobre ti.
8 De cierto tú dijiste a oídos míos,
Y yo oí la voz de tus palabras que decían:
9 Yo soy limpio y sin defecto;
Soy inocente, y no hay maldad en mí.
10 He aquí que él buscó reproches contra mí,
Y me tiene por su enemigo;
11 Puso mis pies en el cepo,
Y vigiló todas mis sendas.
12 He aquí, en esto no has hablado justamente;
Yo te responderé que mayor es Dios que el hombre.
13 ¿Por qué contiendes contra él?
Porque él no da cuenta de ninguna de sus razones.
14 Sin embargo, en una o en dos maneras habla Dios;
Pero el hombre no entiende.
15 Por sueño, en visión nocturna,
Cuando el sueño cae sobre los hombres,
Cuando se adormecen sobre el lecho,
16 Entonces revela al oído de los hombres,
Y les señala su consejo,
17 Para quitar al hombre de su obra,
Y apartar del varón la soberbia.
18 Detendrá su alma del sepulcro,
Y su vida de que perezca a espada.
19 También sobre su cama es castigado
Con dolor fuerte en todos sus huesos,
20 Que le hace que su vida aborrezca el pan,
Y su alma la comida suave.
21 Su carne desfallece, de manera que no se ve,
Y sus huesos, que antes no se veían, aparecen.
22 Su alma se acerca al sepulcro,
Y su vida a los que causan la muerte.
23 Si tuviese cerca de él
Algún elocuente mediador muy escogido,
Que anuncie al hombre su deber;
24 Que le diga que Dios tuvo de él misericordia,
Que lo libró de descender al sepulcro,
Que halló redención;
25 Su carne será más tierna que la del niño,
Volverá a los días de su juventud.
26 Orará a Dios, y éste le amará,
Y verá su faz con júbilo;
Y restaurará al hombre su justicia.
27 El mira sobre los hombres; y al que dijere:
Pequé, y pervertí lo recto,
Y no me ha aprovechado,
28 Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro,
Y su vida se verá en luz.
29 He aquí, todas estas cosas hace Dios
Dos y tres veces con el hombre,
30 Para apartar su alma del sepulcro,
Y para iluminarlo con la luz de los vivientes.
31 Escucha, Job, y óyeme;
Calla, y yo hablaré.
32 Si tienes razones, respóndeme;
Habla, porque yo te quiero justificar.
33 Y si no, óyeme tú a mí;
Calla, y te enseñaré sabiduría"(Job 33).
En su segundo discurso Eliú expone una palabra llena de pecado que salió de la boca de Job al decir que sería una mentira admitir que fuera un mentiroso y que no se gana nada con querer agradar a Dios. También aprendemos que Dios da a cada uno conforme a sus caminos, hay muchos "cristianos" que hasta el día de hoy están cosechando lo que sembraron, pero lo peor es que no están sembrando lo bueno para que la cosecha sea bendita.
¿Cuantas veces decimos a Dios, Señor hemos pecado, me dejé engañar, no lo volveré a hacer, muéstrame las faltas que yo no veo, se he actuado mal, no lo volveré a hacer?
En el cristianismo que hoy se vive tengo certeza que nunca con sinceridad.
¿Y todavía esperas que Dios te recompense como mejor te perezca, aunque lo has rechazado?.
Job es expuesto como un hombre malvado y rebelde que se atreve a contender contra Dios. ¡Cuantos son los que hoy en una terrible insensatez contienden con el Señor provocándolo a celos! En vez de reconocer todos sus caminos torcidos pretenden ser justos delante de los demás con sus propios esfuerzos.
" Además Eliú dijo:
2 Oíd, sabios, mis palabras;
Y vosotros, doctos, estadme atentos.
3 Porque el oído prueba las palabras,
Como el paladar gusta lo que uno come.
4 Escojamos para nosotros el juicio,
Conozcamos entre nosotros cuál sea lo bueno.
5 Porque Job ha dicho: Yo soy justo,
Y Dios me ha quitado mi derecho.
6 ¿He de mentir yo contra mi razón?
Dolorosa es mi herida sin haber hecho yo trasgresión.
7 ¿Qué hombre hay como Job,
Que bebe el escarnio como agua,
8 Y va en compañía con los que hacen iniquidad,
Y anda con los hombres malos?
9 Porque ha dicho: De nada servirá al hombre
El conformar su voluntad a Dios.
10 Por tanto, varones de inteligencia, oídme:
Lejos esté de Dios la impiedad,
Y del Omnipotente la iniquidad.
11 Porque él pagará al hombre según su obra,
Y le retribuirá conforme a su camino.
12 Sí, por cierto, Dios no hará injusticia,
Y el Omnipotente no pervertirá el derecho.
13 ¿Quién visitó por él la tierra?
¿Y quién puso en orden todo el mundo?
14 Si él pusiese sobre el hombre su corazón,
Y recogiese así su espíritu y su aliento,
15 Toda carne perecería juntamente,
Y el hombre volvería al polvo.
16 Si, pues, hay en ti entendimiento, oye esto;
Escucha la voz de mis palabras.
17 ¿Gobernará el que aborrece juicio?
¿Y condenarás tú al que es tan justo?
18 ¿Se dirá al rey: Perverso;
Y a los príncipes: Impíos?
19 ¿Cuánto menos a aquel que no hace acepción de personas de príncipes.
Ni respeta más al rico que al pobre,
Porque todos son obra de sus manos?
20 En un momento morirán,
Y a medianoche se alborotarán los pueblos, y pasarán,
Y sin mano será quitado el poderoso.
21 Porque sus ojos están sobre los caminos del hombre,
Y ve todos sus pasos.
22 No hay tinieblas ni sombra de muerte
Donde se escondan los que hacen maldad.
23 No carga, pues, él al hombre más de lo justo,
Para que vaya con Dios a juicio.
24 El quebrantará a los fuertes sin indagación,
Y hará estar a otros en su lugar.
25 Por tanto, él hará notorias las obras de ellos,
Cuando los trastorne en la noche, y sean quebrantados.
26 Como a malos los herirá
En lugar donde sean vistos;
27 Por cuanto así se apartaron de él,
Y no consideraron ninguno de sus caminos,
28 Haciendo venir delante de él el clamor del pobre,
Y que oiga el clamor de los necesitados.
29 Si él diere reposo, ¿quién inquietará?
Si escondiere el rostro, ¿quién lo mirará?
Esto sobre una nación, y lo mismo sobre un hombre;
30 Haciendo que no reine el hombre impío
Para vejaciones del pueblo.
31 De seguro conviene que se diga a Dios:
He llevado ya castigo, no ofenderé ya más;
32 Enséñame tú lo que yo no veo;
Si hice mal, no lo haré más.
33 ¿Ha de ser eso según tu parecer?
El te retribuirá, ora rehúses, ora aceptes, y no yo;
Di, si no, lo que tú sabes.
34 Los hombres inteligentes dirán conmigo,
Y el hombre sabio que me oiga:
35 Que Job no habla con sabiduría,
Y que sus palabras no son con entendimiento.
36 Deseo yo que Job sea probado ampliamente,
A causa de sus respuestas semejantes a las de los hombres inicuos.
37 Porque a su pecado añadió rebeldía;
Bate palmas contra nosotros,
Y contra Dios multiplica sus palabras". (Job 34)
El tercer discurso de Eliú nos enseña que cuando pecamos en nada afectamos a Dios, que nuestros muchos pecados no le hacen nada, que si hacemos bien no le hacemos ningún beneficio, sino que es a nuestros semejantes a quienes le afectan nuestros pecados como así también nuestras buenas acciones, como si de algo nos pudiéramos jactar y como si Dios necesitara algo de nosotros, ahora se me viene a la mente las palabras del Señor Jesús cuando habla del "Siervo Inútil".
Hermanos entendamos que solo nosotros mismos nos hacemos mal y nos autodestruimos cuando rechazamos a Dios, también nuestras malas decisiones tendrán efecto en nuestros seres más cercanos. Cuantas personas que profesan ser cristianas están con la familia destruida, llenos de problemas que parecen nunca acabar y no adelanta querer disimular y vivir en una apariencia, porque terminaremos agobiados por nuestros mismos consejos. Dios no hace caso de las falsedades.(Leer Job 35)
Y en el último discurso de Eliú (Job 36 y 37) aprendemos que el Señor nos habla para corregirnos, si hacemos caso tendremos la bendición de Dios en toda su plenitud, pero si no obedecemos vamos a perecer, muchos llegan a morir en la juventud.
Las pruebas y las luchas que pasamos Dios nos salva por medio de la fe verdadera en él, por medio de la aflicción llegamos a entender la voluntad de Dios, nos hacen madurar. Debemos cuidarnos de no dejarnos sobornar por las muchas doctrinas y no dejarnos seducir por el dinero porque en la angustia no servirán de nada.
Contemplemos toda la grandeza de su poder por medio de toda la creación que lo alaba, temblemos delante de su presencia.
El propósito de Dios para con sus amados y escogidos es que lo conozcan de verdad y no solo de oídos y que sean preparados para toda buena obra.
"Respondió Job a Jehová, y dijo:
Yo conozco que todo lo puedes, y que no hay pensamiento que se esconda de ti.
¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento?
Por tanto, yo hablaba lo que no entendía;
Cosas demasiadas maravillosas para mí, que yo no comprendía.
Oye, te ruego, y hablaré;
Te preguntaré, y tú me enseñarás.
De oídas te había oído;
Mas ahora mis ojos te ven.
Por tanto me aborrezco, y me arrepiento en polvo y ceniza" (Job 42:1-6)
El estado final de Job fue más bendecido que el primero, pero más allá de las cosas materiales que recibió con creces y más abundantes que la primera vez, cosas secundarias, Job recibió lo más maravilloso que un hombre puede recibir de Dios, conocerlo y ser conocido por el Señor.
Que Dios los bendiga.
viernes, 20 de agosto de 2010
¿Confesamos que Jesús es el Señor por revelación divina o carnal?
Estimados:
Que Dios los bendiga y nos dé toda sabiduría espiritual para conocer lo que es honrarlo de verdad.
En una ocasión estando en la región de Cesarea de Filipo el Señor Jesús hace una pregunta a sus discípulos. El Señor les pregunta acerca de la opinión de las personas respecto a quién era el.
La respuestas variaron, porque algunos decían que era Juan el Bautista, otros Elías, otros Jeremías y otros decían que era algún otro profeta.
En estas respuestas dadas por los discípulos podemos ver que gran confusión había en medio de los hombres de aquella época y ni hablar de los propios líderes religiosos que decían que Jesús era un falso profeta.
Esto acontece porque ni a todos se les revela quién es el Señor, ni todos reciben de Dios esta revelación divina.
En nuestros días existe la misma confusión en medio de las personas de este mundo sean o no creyentes, profesen o no ser cristianos. En definitiva muchos pronuncian el nombre de Jesús, lo llaman Señor, nombran a Dios, pero todas son palabras sin sentido, sin revelación divina y carentes del amos hacia Dios.
En el ámbito del cristianismo de hoy muchas personas dicen que Cristo es el Señor y Salvador, sin embargo muchos de los que hoy hacen parte de "iglesias" como miembros, obreros, diáconos, Obispos, Pastores, pronuncian el nombre del Señor por mera voluntad humana y carnal, porque han conocido por medio de un hombre que existe un Dios que trae esperanza para sus vidas pero no va más allá de esto.
La Biblia nos revela lo que sucederá con muchas de estas personas que no han recibido de parte de Dios la revelación divina de quién es Jesús.
"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad"(Mateo 7:21-23).
En este pasaje entraron y entrarán todos los que no han recibido la revelación divina para conocer a Dios y entender lo que es honrarlo. En este pasaje están incluídos todos los que se llaman cristianos y han dejado que la confusión de satanás los venciera.
No aprovecha cuanto esfuerzo pueda poner un hombre, una mujer, un anciano o un jóven en querer ser un verdadero hijo que conoce a su Señor y Padre, porque si no le es revelado de parte de Dios no podrá sostener por mucho tiempo la mentira de creer que ha conocido a Dios, vuelven a ser iguales y peores que antes y una de las señales más significativas en el cristianismo de hoy es la impureza de labios, de pensamientos, de gustos, de amistades, de conducta, en otras palabras, sin darse cuenta al no poder sostener más algo que no es genuino la impureza que tenían antes de hacer parte del "Club de Cristianos" vuelve a dominarlos. Por eso hoy de la misma boca que salen palabras para "alabar a Dios", hablan malas palabras al igual que el mundo, no tienen sensibilidad, siempre estuvieron caídos, porque ¿qué ejemplo y luz puedo ser si mi lenguaje es el mismo de impuro que el de aquellos que llamo mundanos e incrédulos? La boca habla de lo que está lleno el corazón. Se rien y comparten toda clase de conversaciones impuras, se rien de los chistes doble sentidos, los jóvenes aman estar rodiados de "amigos" carnales, miren hermanos y diganmé si no es la impureza una de las señales más significativas del falso cristianismo, de los falsos hermanos. La Biblia ya nos advirtió al respecto.
No comprenden que sin santidad no verán a Dios!
¿A qué se debe esta confusión? Se debe a que no se conforman con solo alimentarse de la Biblia que es la Palabra de Dios, sino que viven buscando en muhos lugares errados, por eso tanta confusión en Israel y en nuestros días.
"Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron contra ti. Oh Jehová, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres; porque contra ti pecamos" (Daniel 9:7-8).
Quizás estas confundido, enredado en trampas en las que has caído, las muchas doctrinas te han desilucionado, los hombres te han engañado, los frutos de tu vida "cristiana" solo han sido malos hasta hoy, entonces es tiempo ahora que lees este mensaje en que reconozcas tu confusión, que busques que Dios te comparta su corazón y su Palabra, entonces nunca más tus palabras serán vacías, sino que cuando digas Señor lo dirás para salvación de tu alma porque se te ha revelado quien es el Cristo, el Hijo de Dios.
Jesús les pregunta a sus discípulos que opinaban ellos de quién era el. Entonces Pedro responde diciendo: Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Inmediatamente el Señor le manifiesta a Pedro algo maravilloso, porque aquellas palabras que salieron de la boca de Pedro hoy se escuchan en la boca de un montón de personas, parecen común y corriente, pero hay una diferencia muy grande.
La diferencia está en que Pedro habló esas palabras porque el Padre que está en los cielos se las reveló, se las enseñó, Pedro no las aprendió por su propia cuenta, ni de hombre alguno, aquellas palabras eran verdaderas, llenas de bendición por la revelación divina, por eso Jesús le dice ¡Bienaventurado eres Simón! en otras palabras, ¡Dichoso eres!.
"El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos"(Mateo 16:15-17).
Hoy, ¿cuantos serán llamados de bienaventurados por tamaña revelación?
Sinceramente me pone muy triste y a veces me indigna oír las palabras "Señor, Dios, Bendiciones, Jesús, Salvador, Iglesia", en la boca de personas que no han recibido la revelación de Dios por no aceptar ningún tipo de corrección y por el orgullo se van hundiendo cada vez más en confusión y abrazan todo tipo de doctrinas erradas y lo peor aún, aceptan sus propias revelaciones carnales creyendo que son de Dios.
Hermanos, no es lo mismo decir Señor porque se nos ha revelado por la voluntad de Dios, que decir Señor meramente porque lo escuchamos y tomamos por algo "bueno".
El árbol se conoce por sus frutos, el árbol que no recibe esta bendición se va secando y sus frutos son podridos, las palabras se las lleva el viento, el mayor testimonio y ejemplo es la propia vida , el testimonio que damos delante de los demás, la luz que somos delante de los hombres del mundo y la fe verdadera que vivimos.
"que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación"(Romanos 10:9-10).
¡Solo una confesión como la de Pedro es la que nos da salvación! Pero la confesión hipócrita solo da muerte espiritual y eterna.
"Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos"(Lucas 13:25-28).
Señor te pido que reveles a tus amados quién es tu Hijo Jesucristo.
Dios los bendiga.
Que Dios los bendiga y nos dé toda sabiduría espiritual para conocer lo que es honrarlo de verdad.
En una ocasión estando en la región de Cesarea de Filipo el Señor Jesús hace una pregunta a sus discípulos. El Señor les pregunta acerca de la opinión de las personas respecto a quién era el.
La respuestas variaron, porque algunos decían que era Juan el Bautista, otros Elías, otros Jeremías y otros decían que era algún otro profeta.
En estas respuestas dadas por los discípulos podemos ver que gran confusión había en medio de los hombres de aquella época y ni hablar de los propios líderes religiosos que decían que Jesús era un falso profeta.
Esto acontece porque ni a todos se les revela quién es el Señor, ni todos reciben de Dios esta revelación divina.
En nuestros días existe la misma confusión en medio de las personas de este mundo sean o no creyentes, profesen o no ser cristianos. En definitiva muchos pronuncian el nombre de Jesús, lo llaman Señor, nombran a Dios, pero todas son palabras sin sentido, sin revelación divina y carentes del amos hacia Dios.
En el ámbito del cristianismo de hoy muchas personas dicen que Cristo es el Señor y Salvador, sin embargo muchos de los que hoy hacen parte de "iglesias" como miembros, obreros, diáconos, Obispos, Pastores, pronuncian el nombre del Señor por mera voluntad humana y carnal, porque han conocido por medio de un hombre que existe un Dios que trae esperanza para sus vidas pero no va más allá de esto.
La Biblia nos revela lo que sucederá con muchas de estas personas que no han recibido de parte de Dios la revelación divina de quién es Jesús.
"No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de mí, hacedores de maldad"(Mateo 7:21-23).
En este pasaje entraron y entrarán todos los que no han recibido la revelación divina para conocer a Dios y entender lo que es honrarlo. En este pasaje están incluídos todos los que se llaman cristianos y han dejado que la confusión de satanás los venciera.
No aprovecha cuanto esfuerzo pueda poner un hombre, una mujer, un anciano o un jóven en querer ser un verdadero hijo que conoce a su Señor y Padre, porque si no le es revelado de parte de Dios no podrá sostener por mucho tiempo la mentira de creer que ha conocido a Dios, vuelven a ser iguales y peores que antes y una de las señales más significativas en el cristianismo de hoy es la impureza de labios, de pensamientos, de gustos, de amistades, de conducta, en otras palabras, sin darse cuenta al no poder sostener más algo que no es genuino la impureza que tenían antes de hacer parte del "Club de Cristianos" vuelve a dominarlos. Por eso hoy de la misma boca que salen palabras para "alabar a Dios", hablan malas palabras al igual que el mundo, no tienen sensibilidad, siempre estuvieron caídos, porque ¿qué ejemplo y luz puedo ser si mi lenguaje es el mismo de impuro que el de aquellos que llamo mundanos e incrédulos? La boca habla de lo que está lleno el corazón. Se rien y comparten toda clase de conversaciones impuras, se rien de los chistes doble sentidos, los jóvenes aman estar rodiados de "amigos" carnales, miren hermanos y diganmé si no es la impureza una de las señales más significativas del falso cristianismo, de los falsos hermanos. La Biblia ya nos advirtió al respecto.
No comprenden que sin santidad no verán a Dios!
¿A qué se debe esta confusión? Se debe a que no se conforman con solo alimentarse de la Biblia que es la Palabra de Dios, sino que viven buscando en muhos lugares errados, por eso tanta confusión en Israel y en nuestros días.
"Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como en el día de hoy lleva todo hombre de Judá, los moradores de Jerusalén, y todo Israel, los de cerca y los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que se rebelaron contra ti. Oh Jehová, nuestra es la confusión de rostro, de nuestros reyes, de nuestros príncipes y de nuestros padres; porque contra ti pecamos" (Daniel 9:7-8).
Quizás estas confundido, enredado en trampas en las que has caído, las muchas doctrinas te han desilucionado, los hombres te han engañado, los frutos de tu vida "cristiana" solo han sido malos hasta hoy, entonces es tiempo ahora que lees este mensaje en que reconozcas tu confusión, que busques que Dios te comparta su corazón y su Palabra, entonces nunca más tus palabras serán vacías, sino que cuando digas Señor lo dirás para salvación de tu alma porque se te ha revelado quien es el Cristo, el Hijo de Dios.
Jesús les pregunta a sus discípulos que opinaban ellos de quién era el. Entonces Pedro responde diciendo: Tu eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Inmediatamente el Señor le manifiesta a Pedro algo maravilloso, porque aquellas palabras que salieron de la boca de Pedro hoy se escuchan en la boca de un montón de personas, parecen común y corriente, pero hay una diferencia muy grande.
La diferencia está en que Pedro habló esas palabras porque el Padre que está en los cielos se las reveló, se las enseñó, Pedro no las aprendió por su propia cuenta, ni de hombre alguno, aquellas palabras eran verdaderas, llenas de bendición por la revelación divina, por eso Jesús le dice ¡Bienaventurado eres Simón! en otras palabras, ¡Dichoso eres!.
"El les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos"(Mateo 16:15-17).
Hoy, ¿cuantos serán llamados de bienaventurados por tamaña revelación?
Sinceramente me pone muy triste y a veces me indigna oír las palabras "Señor, Dios, Bendiciones, Jesús, Salvador, Iglesia", en la boca de personas que no han recibido la revelación de Dios por no aceptar ningún tipo de corrección y por el orgullo se van hundiendo cada vez más en confusión y abrazan todo tipo de doctrinas erradas y lo peor aún, aceptan sus propias revelaciones carnales creyendo que son de Dios.
Hermanos, no es lo mismo decir Señor porque se nos ha revelado por la voluntad de Dios, que decir Señor meramente porque lo escuchamos y tomamos por algo "bueno".
El árbol se conoce por sus frutos, el árbol que no recibe esta bendición se va secando y sus frutos son podridos, las palabras se las lleva el viento, el mayor testimonio y ejemplo es la propia vida , el testimonio que damos delante de los demás, la luz que somos delante de los hombres del mundo y la fe verdadera que vivimos.
"que si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo. 10 Porque con el corazón se cree para justicia, pero con la boca se confiesa para salvación"(Romanos 10:9-10).
¡Solo una confesión como la de Pedro es la que nos da salvación! Pero la confesión hipócrita solo da muerte espiritual y eterna.
"Después que el padre de familia se haya levantado y cerrado la puerta, y estando fuera empecéis a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos, él respondiendo os dirá: No sé de dónde sois. Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste. Pero os dirá: Os digo que no sé de dónde sois; apartaos de mí todos vosotros, hacedores de maldad. Allí será el llanto y el crujir de dientes, cuando veáis a Abraham, a Isaac, a Jacob y a todos los profetas en el reino de Dios, y vosotros estéis excluidos"(Lucas 13:25-28).
Señor te pido que reveles a tus amados quién es tu Hijo Jesucristo.
Dios los bendiga.
domingo, 15 de agosto de 2010
Alégrense cuando Dios nos da un mensaje!
Estimados:
Buenos días, que Dios nos habra el tesoro de la sabiduría espiritual para comprender su voluntad y obedecerla.
"¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
¿ Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! (Romanos 10:14-15)
Verdaderamente debemos alegrarnos si tenemos en medio de nosotros a alguien que nos anuncie las Buenas Nuevas de Dios, aun cuando el mensaje nos cnfronte demos gracias por tener a alguien que nos hable palabra de Dios.
Cómo hubiese sido diferente la historia de Israel si tan solo hubiese escuchado a los profetas del Señor, pero menospreciaron el mensaje de los profetas que les anunciaban juicio para arrepentiemiento y el camino de vida.
No creyeron y fueron consumidos.
"Mas no todos obedecieron el evangelio; pues Isaías dice: Señor,¿quién ha creído a nuestro anuncio? (Romanos 10:16)
Deberías prestar atención cuando un siervo de Dios te da un mensaje, te aseguro que es para tu vida, para que seas salvo, Dios no se complace en la muerte de nadie.
Si perecemos, ¿podremos decir?: "No tuve oportunidad de oír el evangelio"
¿Será que no han tenido oportunidad de oír el mensaje? Claro que lo han oído!
"Por toda la tierra ha salido la voz de ellos, y hasta los fines de la tierra sus palabras" (Salmo: 19:4).
Al igual que Israel, todos hoy tienen la oportunidad de oír el evangelio, pero ni todos creen y lo aceptan.
¿Será que no te das cuenta que Dios quiere salvarte? Claro que te das cuenta! Pero no has tomado una decisión firme, sigues aferrándote a tu propia voluntad, menospreciando la vida.
Dios todo el día ofreció ayuda a un pueblo terco y desobediente, sin que le presten atención, solo gritaban cuando la calamidad llegaba de repente, recién ahí llenos de miedo clamaban al Dios vivo.
En nuestros días es similar, Dios está siempre ofreciendo salvación a una generación malvada que ama lo malo, que no aman lo verdadero, caminan por una delgada línea a punto de romperse.
Alégrate de tener a alguien que te habla mensaje de Dios de verdad, deberías tener tristeza de recibir mensajes malos e inmundos, no menosprecies lo que Dios tiene para hablarte.
Porque de verdad la palabra que Dios pone en la boca de su siervo es fuego y el que escucha y rechaza es leña, la cual será consumida por el fuego.
"Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los Ejércitos: Porque dijeron esta palabra, he aquí yo pongo mis palabras en tu boca por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá" (Jeremías 5:14)
Cuantos se mofan de aquel familiar o amigo que les habla de parte de Dios, lo ven como una carga, peor que un animal sin razonamiento no entienden que deberían alegrarse de saber que Dios trae salvación a sus vidas.
No seamos semejante al Rey Herodes que mandó a decapitar a Juan el Bautista, porque lo reprendía diciéndole que no le era lícito tomar la mujer de su hermano, menospreciando así el mensaje de Dios.
No sigamos los pasos de los de Coré que fueron tragados vivos por revelarse a la Palabra de Dios.
No imitemos a Israel que mataba a los verdaderos profetas y se gozaban con los falsos profetas amando las mentiras que les anunciaban.
Hoy tienes la oportunidad de oir el mensaje, de aceptarlo y de comenzar una vida en obediencia a Dios, amando cada mensaje verdadero que se te da.
Realmente es un pivilegio poder ser amado por Dios y recibir su Palabra.
Hoy, al igual que a la mujer samaritana, el Señor nos revela su palabra y el Don de Dios, ahora solo queda que tú quieras conocerlo.
"Respondió Jesús y le dijo: si conocieras el Don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y el te daría agua viva"(Juan 4:10)
El Señor le estaba diciendo: Tú no sabes lo que Dios quiere darte, ni tampoco quién soy yo, si lo supieras tú me pedirías a mi que te de agua que da vida.
Por eso hoy pido a Dios que cada persona que lea este mensaje, el Señor le conceda conocer el Don de Dios, para que muchos clamen pidiendo ¡El agua viva!
Que al igual que los samaritanos que creyeron en aquel día que Jesús era el Salvador y el Cristo, Dios quiera que tú también lo creas para que seas una fuente de agua que salte para vida eterna.
Dios los bendiga.
Buenos días, que Dios nos habra el tesoro de la sabiduría espiritual para comprender su voluntad y obedecerla.
"¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique?
¿ Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! (Romanos 10:14-15)
Verdaderamente debemos alegrarnos si tenemos en medio de nosotros a alguien que nos anuncie las Buenas Nuevas de Dios, aun cuando el mensaje nos cnfronte demos gracias por tener a alguien que nos hable palabra de Dios.
Cómo hubiese sido diferente la historia de Israel si tan solo hubiese escuchado a los profetas del Señor, pero menospreciaron el mensaje de los profetas que les anunciaban juicio para arrepentiemiento y el camino de vida.
No creyeron y fueron consumidos.
"Mas no todos obedecieron el evangelio; pues Isaías dice: Señor,¿quién ha creído a nuestro anuncio? (Romanos 10:16)
Deberías prestar atención cuando un siervo de Dios te da un mensaje, te aseguro que es para tu vida, para que seas salvo, Dios no se complace en la muerte de nadie.
Si perecemos, ¿podremos decir?: "No tuve oportunidad de oír el evangelio"
¿Será que no han tenido oportunidad de oír el mensaje? Claro que lo han oído!
"Por toda la tierra ha salido la voz de ellos, y hasta los fines de la tierra sus palabras" (Salmo: 19:4).
Al igual que Israel, todos hoy tienen la oportunidad de oír el evangelio, pero ni todos creen y lo aceptan.
¿Será que no te das cuenta que Dios quiere salvarte? Claro que te das cuenta! Pero no has tomado una decisión firme, sigues aferrándote a tu propia voluntad, menospreciando la vida.
Dios todo el día ofreció ayuda a un pueblo terco y desobediente, sin que le presten atención, solo gritaban cuando la calamidad llegaba de repente, recién ahí llenos de miedo clamaban al Dios vivo.
En nuestros días es similar, Dios está siempre ofreciendo salvación a una generación malvada que ama lo malo, que no aman lo verdadero, caminan por una delgada línea a punto de romperse.
Alégrate de tener a alguien que te habla mensaje de Dios de verdad, deberías tener tristeza de recibir mensajes malos e inmundos, no menosprecies lo que Dios tiene para hablarte.
Porque de verdad la palabra que Dios pone en la boca de su siervo es fuego y el que escucha y rechaza es leña, la cual será consumida por el fuego.
"Por tanto, así ha dicho Jehová Dios de los Ejércitos: Porque dijeron esta palabra, he aquí yo pongo mis palabras en tu boca por fuego, y a este pueblo por leña, y los consumirá" (Jeremías 5:14)
Cuantos se mofan de aquel familiar o amigo que les habla de parte de Dios, lo ven como una carga, peor que un animal sin razonamiento no entienden que deberían alegrarse de saber que Dios trae salvación a sus vidas.
No seamos semejante al Rey Herodes que mandó a decapitar a Juan el Bautista, porque lo reprendía diciéndole que no le era lícito tomar la mujer de su hermano, menospreciando así el mensaje de Dios.
No sigamos los pasos de los de Coré que fueron tragados vivos por revelarse a la Palabra de Dios.
No imitemos a Israel que mataba a los verdaderos profetas y se gozaban con los falsos profetas amando las mentiras que les anunciaban.
Hoy tienes la oportunidad de oir el mensaje, de aceptarlo y de comenzar una vida en obediencia a Dios, amando cada mensaje verdadero que se te da.
Realmente es un pivilegio poder ser amado por Dios y recibir su Palabra.
Hoy, al igual que a la mujer samaritana, el Señor nos revela su palabra y el Don de Dios, ahora solo queda que tú quieras conocerlo.
"Respondió Jesús y le dijo: si conocieras el Don de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y el te daría agua viva"(Juan 4:10)
El Señor le estaba diciendo: Tú no sabes lo que Dios quiere darte, ni tampoco quién soy yo, si lo supieras tú me pedirías a mi que te de agua que da vida.
Por eso hoy pido a Dios que cada persona que lea este mensaje, el Señor le conceda conocer el Don de Dios, para que muchos clamen pidiendo ¡El agua viva!
Que al igual que los samaritanos que creyeron en aquel día que Jesús era el Salvador y el Cristo, Dios quiera que tú también lo creas para que seas una fuente de agua que salte para vida eterna.
Dios los bendiga.
lunes, 2 de agosto de 2010
Lo que nosotros pensamos Dios no lo quiere.
Estimados:
Muy buenas tardes, que Dios hable a nuestro corazón por medio de su Palabra inalterable.
Hoy cuando se menciona la palabra cristiano parece ser tan común y corriente como si dijera soy hincha de un club de fútbol.
Digo esto porque hoy cualquiera dice para su propio mal "soy cristiano"... Para su propio mal porque ha adoptado que ser un cristiano es pertenecer a un grupo de personas que se juntan con una Biblia, que "oran", que "alaban", pero que no han cambiado sus vidas, no han cambiado su corazón, no permiten que Dios haga morada en ellos.
Entonces por las palabras ociosas que salen de sus bocas recibirán mayor castigo aquí y en la vida venidera, porque han tomado por cualquier cosa ser un cristiano, de esta manera, como si fuera un grupo social más de este mundo.
¿Qué pasa con el cristianismo de hoy? ¿A qué se parece? ¿A quién sigue?
Porque lo que hoy llaman cristianismo, en realidad lo veo tan lejos de serlo.
Los "cristianos" son tan carnales e idólatras que cualquiera de las personas que viven en este mundo, es más , muchas veces aquellos que son tenidos por mundanos dan más testimonio que los llamados cristianos.
A pesar de no convertirse, ellos esperan que Dios les responda sus oraciones, ellos esperan que Dios los guarde, que Dios los bendiga.
Las palabras de ellos son para su propia ruina, porque van a caer en lo que se jactan, porque cuando digan con certeza ¡Dios es con nosotros y nos libra! No habrá tal libramiento, ni tampoco la presencia de Dios, sino que el mal los alcanzará y los avergonzará delante de todos aquellos a quienes muchas veces han humillado creyendose por encima de ellos y tambien serán humillados delante de aquellos a quienes han despreciado como a basura, siendo que ellos traian Palabra de Dios para su propio bien.
Todos los "cristianos" de hoy son cada vez más parecidos, viven con un libertinaje total, con palabras inmundas en sus labios, ellos piensan que son algo que no son y que Dios no quiere que sean.
¿Por qué dicen, Señor tu eres mi guía? Si no obedecen su voz.
¿Qué es ese lugar adonde van? Porque de la misma manera que fornican aquellos a quienes consideran mundano, ustedes "cristianos" están fornicando espiritualmente.
¿Y esperan que Dios les responda?
Lo que están ofreciendo, ¿A quién lo ofrecen?
La rebelde Israel actuaba con la misma hipocresía de muchos cristianos modernos de nuestro días, pensaban en sus corazones corruptos y en sus mentes engañadas que podían hacer lo que les diera la gana y cuando ellos quisieran iban al profeta a consultar al verdadero Dios, mientras seguian irritando a Dios con todas sus abominaciones.
Pero Dios les da respuesta.
"Y no ha de ser lo que habeis pensado. Porque vosotros decis:Seamos como las naciones, como las demás familias de la tierra, que sirven al palo y a la piedra."(Ezequiel 20:32)
¿A quien te quieres parecer? Muchos sueñan con ser semejantes a muchos "siervos" de hoy, ¿Has considerado que por ahí Dios no quiere que seas lo que tu piensas ser?
Y tu que dices, no creo en religiones, sino en Dios, tengo mi propia relación con el Señor, no necesito de nadie, ¡cuidado! porque te estás justificando para no oír a nadie mientras sigues con tu vida tibia y errada, abre tus ojos porque grande puede ser tu tropiezo y con gran impetud tu caída.
La mayoría de "iglesias" de hoy se parecen más a todas las religiones existentes en este mundo que a la Iglesia Cristiana de los tiempos Bíblicos.
Los jóvenes "cristianos" se parecen más a los mundanos que viven sin Dios que a Timoteo un jóven dedicado a santificarse y servir a Dios con su juventud.
Los cristianos de hoy se parecen más a las personas de este mundo que necesitan comprarse todo el tiempo libros de autoayuda para sentir que tienen paz, que a aquellos cristianos que tenían toda sus fuerzas puestas en la Palabra de Dios y hacían de esta palabra la lámpara para iluminar sus caminos. Por eso las librerías están llenas de libros de hombres, según el tema de moda.
Hermanos, nada de lo que piensan lo "cristianos" de hoy es lo que Dios quiere.
Dios solo quiere que sigamos y obedezcamos a aquel que es la Cabeza de la iglesia, esto es Jesucristo.
" Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga"(Mateo 11:29-30).
Dios los bendiga.
Por eso todo el enojo de Dios es derramado sobre todos aquellos que invocan vanamente el nombre del Señor.
Solo sigamos las pisadas de la Iglesia Cristiana de la Biblia, aprendiendo y oyendo al que es la cabeza de la Iglesia, esto es a Jesucristo.
"Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón; y halleréis descanso para vuestras almas" (Mateo:11:29)
Muy buenas tardes, que Dios hable a nuestro corazón por medio de su Palabra inalterable.
Hoy cuando se menciona la palabra cristiano parece ser tan común y corriente como si dijera soy hincha de un club de fútbol.
Digo esto porque hoy cualquiera dice para su propio mal "soy cristiano"... Para su propio mal porque ha adoptado que ser un cristiano es pertenecer a un grupo de personas que se juntan con una Biblia, que "oran", que "alaban", pero que no han cambiado sus vidas, no han cambiado su corazón, no permiten que Dios haga morada en ellos.
Entonces por las palabras ociosas que salen de sus bocas recibirán mayor castigo aquí y en la vida venidera, porque han tomado por cualquier cosa ser un cristiano, de esta manera, como si fuera un grupo social más de este mundo.
¿Qué pasa con el cristianismo de hoy? ¿A qué se parece? ¿A quién sigue?
Porque lo que hoy llaman cristianismo, en realidad lo veo tan lejos de serlo.
Los "cristianos" son tan carnales e idólatras que cualquiera de las personas que viven en este mundo, es más , muchas veces aquellos que son tenidos por mundanos dan más testimonio que los llamados cristianos.
A pesar de no convertirse, ellos esperan que Dios les responda sus oraciones, ellos esperan que Dios los guarde, que Dios los bendiga.
Las palabras de ellos son para su propia ruina, porque van a caer en lo que se jactan, porque cuando digan con certeza ¡Dios es con nosotros y nos libra! No habrá tal libramiento, ni tampoco la presencia de Dios, sino que el mal los alcanzará y los avergonzará delante de todos aquellos a quienes muchas veces han humillado creyendose por encima de ellos y tambien serán humillados delante de aquellos a quienes han despreciado como a basura, siendo que ellos traian Palabra de Dios para su propio bien.
Todos los "cristianos" de hoy son cada vez más parecidos, viven con un libertinaje total, con palabras inmundas en sus labios, ellos piensan que son algo que no son y que Dios no quiere que sean.
¿Por qué dicen, Señor tu eres mi guía? Si no obedecen su voz.
¿Qué es ese lugar adonde van? Porque de la misma manera que fornican aquellos a quienes consideran mundano, ustedes "cristianos" están fornicando espiritualmente.
¿Y esperan que Dios les responda?
Lo que están ofreciendo, ¿A quién lo ofrecen?
La rebelde Israel actuaba con la misma hipocresía de muchos cristianos modernos de nuestro días, pensaban en sus corazones corruptos y en sus mentes engañadas que podían hacer lo que les diera la gana y cuando ellos quisieran iban al profeta a consultar al verdadero Dios, mientras seguian irritando a Dios con todas sus abominaciones.
Pero Dios les da respuesta.
"Y no ha de ser lo que habeis pensado. Porque vosotros decis:Seamos como las naciones, como las demás familias de la tierra, que sirven al palo y a la piedra."(Ezequiel 20:32)
¿A quien te quieres parecer? Muchos sueñan con ser semejantes a muchos "siervos" de hoy, ¿Has considerado que por ahí Dios no quiere que seas lo que tu piensas ser?
Y tu que dices, no creo en religiones, sino en Dios, tengo mi propia relación con el Señor, no necesito de nadie, ¡cuidado! porque te estás justificando para no oír a nadie mientras sigues con tu vida tibia y errada, abre tus ojos porque grande puede ser tu tropiezo y con gran impetud tu caída.
La mayoría de "iglesias" de hoy se parecen más a todas las religiones existentes en este mundo que a la Iglesia Cristiana de los tiempos Bíblicos.
Los jóvenes "cristianos" se parecen más a los mundanos que viven sin Dios que a Timoteo un jóven dedicado a santificarse y servir a Dios con su juventud.
Los cristianos de hoy se parecen más a las personas de este mundo que necesitan comprarse todo el tiempo libros de autoayuda para sentir que tienen paz, que a aquellos cristianos que tenían toda sus fuerzas puestas en la Palabra de Dios y hacían de esta palabra la lámpara para iluminar sus caminos. Por eso las librerías están llenas de libros de hombres, según el tema de moda.
Hermanos, nada de lo que piensan lo "cristianos" de hoy es lo que Dios quiere.
Dios solo quiere que sigamos y obedezcamos a aquel que es la Cabeza de la iglesia, esto es Jesucristo.
" Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas; 30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga"(Mateo 11:29-30).
Dios los bendiga.
Por eso todo el enojo de Dios es derramado sobre todos aquellos que invocan vanamente el nombre del Señor.
Solo sigamos las pisadas de la Iglesia Cristiana de la Biblia, aprendiendo y oyendo al que es la cabeza de la Iglesia, esto es a Jesucristo.
"Llevad mi yugo sobre vosotros y aprended de mi, que soy manso y humilde de corazón; y halleréis descanso para vuestras almas" (Mateo:11:29)
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