domingo, 30 de junio de 2013

¿Qué Somos sin la Cruz de Cristo?

Amados en Cristo:

Hace bastante tiempo que viene dando vuelta esta pregunta en mi cabeza, quiero arraigar esta verdad en mi corazón para comprender todo lo que por Amor fué hecho por mi causa, porque ciertamente era malvado en gran manera, no era mejor que los de Sodoma y Gomorra, o mejor que aquellos que vivieron en los tiempos de Noé. ¿Has pensado bien cual era tu causa y tu sentencia?

"entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás"(Efesios 2:3)

No comprendemos la magnitud de nuestra causa y de qué se nos acusaba, ni de la sentencia que era sobre nosotros, no se predica nada de esto, el Espíritu Santo tiene que traer convencimiento de esto por cuanto nuestro pecado fue de gran manera grande.

Nuestra causa era: ¡Aborrecedores de Dios! y nuestra sentencia: ¡La separación eterna de Dios!

"En aquel tiempo estabais sin Cristo, alejados de la ciudadanía de Israel y ajenos a los pactos de la promesa, sin esperanza y sin Dios en el mundo"(Efesios 2:12).

Anoche meditaba en la oración intercesora del Señor Jesús, no es casualidad que la haya hecho antes de ser arrestado, debemos entender que las llamas del infierno estaban debajo de nuestros pies, el seol tenía su boca abierta de par en par para tragarnos, la ira de Dios se apresuraba para consumir el justo pago de Dios al Hombre, es terrible solo pensar en eso, ¿quién podría sobrellevar aquel momento? ¿era algún hombre digno de pararse delante del Altísimo para interceder por piedad hacia el hombre?

¿Eras tu digno o yo era digno? En lo absoluto que no, pero el propio Señor se hizo hombre y vino en nuestra representación para en lugar nuestro ocupar nuestra causa, llevar nuestra sentencia y pagar por ella, solo él era digno, ¿te das cuenta que nunca tendríamos ni un mínimo de esperanza de salvación si no fuera por la entrega de Cristo en la Cruz sin que merezcamos más que la ira?

Dios el Padre había determinado un día y una hora en donde castigaría a toda la humanidad por sus pecados, no quedaría la tierra habitada si no fuera por su Amor, cuando Jesús declara, "la Hora ha Llegado" se me pone la piel de gallina y me quebranto delante de aquel que es digno de toda nuestra honra y alabanza, aquel que pagó su propia justicia, aquel que llevó su propia ira siendo humillado hasta la muerte.

Imagina si esto no hubiera sucedido, aunque el mundo siguiera existiendo, hoy caminarías y en un abrir y cerrar de ojos mientras estas diviertiendote la ira viene sobre ti como fuego consumidor y te arroja a toda una eternidad de tormento, porque solo eso es lo que el hombre merece, por eso me lleno de indignación cuando escucho decir; ¿Dónde está el amor de Dios?

Si tu hoy caminas y estas en su presencia es porque alguien muchos años antes ya comenzaba a interceder por ti ante la ira incontenible del Dios Todopoderoso, ¿entonces deberíamos caminar como el mundo lo hace? ¿deberíamos ser compañeros del pecado carnal y espiritual? ¿No has entendido lo cuanto se te perdono? Si caminas sin temor, dormido en este sueño diabólico es porque jamás has entendido lo mucho que has pecado, ni contra quién has pecado, y mucho menos la magnitud de la condena.

Mientras hoy tus ojos solo se deleitan con las cosas de este mundo, pasando horas en la carne y nada en comunión con el Señor, mientras caminas con una liviandad que asusta en ves de caminar mostrando temor a Dios; delante de ti hay una obra grande y el artífice de esa obra que debes entender y conocer, porque si no solo haces parte de esta corriente moderna llamada "cristianismo" donde todos se unen a todos, donde se intercambian doctrinas de hombres, donde ya no se lee la Biblia como único libro, sino que se llenan de los libros de sus líderes, donde ya no se cela las cosas de Dios, por favor entiende y arrepiéntete.

Quiero mostrar lo que la palabra de Dios me revelo anoche.

"Estas cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti; como le has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le diste. Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese. Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese"(Juan 17:1-4).

Hermanos, en ese momento ningún hombre, ni siquiera los discípulos sabían ni entendían lo que estaba sucediendo, solo un hombre sabía lo que estaba por pasar, me imagino al Señor delante de todos aquellos hombres, viéndolos dormir, viéndolos caminar, reir, hablar, pero nunca discernir que las llamas del infienro estaban ahí ardiendo para ellos, pero él si sabía que en un momento más el sería quebrantado, pagando esa ira, el sería separado de Dios cuando siempre estuvo a su lado, vean donde radica el sufrimiento de Cristo, ¿Dios mío, Dios mío por qué me has desamparado?

¿Puedes entender? En el día del juicio final será el lloro y crujir de dientes, se escucharan gritos desesperados diciendo ¿Dios mío, Dios mío por qué me has mandado a este lugar de tormento? No nos olvidemos de Lázaro y el Rico, esa parábola es un fiel testimonio de lo que estamos hablando, de la separación eterna de Dios.

Ante la implacable ira y justicia de Dios siendo sobre Jesús quebrantándolo, él clamo esas palabras que nos debe hacer temblar, él era maldición, el cargaba con todos los pecados de la humanidad, Dios no puede ser compañero del pecado, su santidad no lo permite, Jesús en ese momento era cada uno de nosotros, cada pecado nuestro lo hacían culpable y de ninguna manera aquel hombre podía pasar de esa justa condenación, por favor entiendan tamaño amor, porque esto no era necesario si Dios no lo hubiera querido hacer, no merecíamos nada.

Las palabras clamadas por Cristo te tienen que hacer temblar, porque ni te imaginas lo que es la separación de Dios eternamente, entonces nos conduzcamos con temor hacia Dios mientras esperamos su salvación, llevando a otros la verdad del evangelio, no la inmundicia que se ha diseñado como evangelio.

Jesús dice que la vida eterna es: conocer al único Dios verdadero y a Jesucristo el Mesías, jamás hubieses llegado a conocer a Dios si no fuera por este sacrificio, ni siquiera los discípulos y ninguno de los judíos allí presentes podían decir "yo te conozco" nos acordemos de Simeon, aquel anciano que era temeroso, el Espíritu Santo le reveló que no moriría hasta que sus ojos hayan visto al Salvador, cuando él es guiado a Cristo que recién había venido al mundo, lo alza y glorifica a Dios por ver su salvación, entendamos estas palabras, él mismo se somete a la obra redentora de Cristo sabiendo de su necesidad, de que no era justo, que solo ese niño que sería el hombre que pagaría por la culpa de todos era la justicia de Dios.

Yo, ni tu podríamos decir "te conozco" para alcanzar vida eterna, porque la realidad es que somos muertos espiritualmente y condenados a la ira eterna, pero si hoy hemos sido conocidos por Dios y llevados a conocerlo es porque Cristo hizo todo esto por las nuevas criaturas hechas para gloria de Dios.

Amados, se debe leer todo el capítulo 17 de Juan, pero yo quiero hacer énfasis en unos versículos que dieron a mi corazón pleno entendimiento de lo que Jesús estaba haciendo en ese momento por mi, aunque haya nacido miles de años despues.

"Padre justo, el mundo no te ha conocido, pero yo te he conocido, y éstos han conocido que tú me enviaste. Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos"(Juan 17:25-26).

Jesús dice "Padre Justo" Hermanos por más que quisiéramos justificarnos como lo hace todo el mundo creyéndose justos y buenos, jamás podríamos haber proclamado esas palabras a Dios, simplemente porque lo aborrecemos, ningún hombre podía reconocer el tamaño de su pecado, para decir "eres un Dios justo y yo merezco el infierno" por esa razón muchos no vienen a Cristo, se excusan porque saben que sus obras son malas, pero jamás podrán reconocerlo. Piensa, antes que Dios te salvara, ¿no te creías justo a tu propia opinión? Así éramos, nosotros podíamos hablar de todos los demás, pero cuando hacíamos lo mismo teníamos alguna "justificación para hacerlo". Ningún hombre por más temeroso que fuera de Dios podría decir ante un castigo, "eres justo Señor" sino que blasfemaría contra Dios, recordemos a Job, como terminó pecando con sus palabras, cómo fué reprendido por el jóven Eliu y después por el propio Dios hasta que tuvo que reconocer y arrepentirse en polvo y ceniza.

¿Se dan cuenta? No había nadie que pudiera ocupar el lugar que el propio Señor, porque somos perversos.

Jesús en nuestra representación está diciendo, "Dios tu ira es justa, tu sentencia es justa y la paga es justa" No me puedo imaginar a mi parado delante de Dios y decirle eso, jamás hubiera salido de mi tales palabras, sino que seguramente mis palabras hubiesen sido las mismas que las de Eva y Adán o que las de Saúl, pero allá estaba parado un hombre Cristo el Señor ya reconociendo lo que ninguno de nosotros hubiera hecho, aunque era terrible el castigo, no hay redención si no se reconoce, Cristo no solo debía venir y morir en la Cruz y listo como un montón lo han hecho, sino que él como hombre por nosotros y siervo debía reconocer toda la justicia del Dios todopoderoso, ¿Entiendes por qué tu nunca pudieras haber estado allí?

Jesús dice el mundo no te ha conocido, recordemos que él dijo que la vida eterna es conocer al único Dios verdadero, una vez más vemos nuestra condición, entre esas personas estamos todos nosotros, no conocíamos a Dios, lo aborrecíamos, nada nos importaba acerca de él, nuestro perverso corazón nos llevan a blasfemar todo el tiempo hacia Dios, nos lleva a pecar todo el tiempo ante el Santo, nos hace acumular ira sobre nuestra cabeza, no había ninguna esperanza, ¿cómo podrían hombres tan malvados escapar de esto?, estábamos privados de la vida eterna.

¿Cómo hombres corruptos podrían conocer a Dios? Sin esta verdad no es posible tener la vida eterna.

La respuesta viene de Jesus: "Pero yo te he conocido" Amados mi corazón se conmueve, porque aqui Cristo en nuestra representación dice, en su condición de hombre; "Yo te he conocido" esto no tiene nada a ver con su divinidad, recordemos que vino hecho hombre despojado de toda su gloria, para ocupar nuestro lugar para justificarnos delante de Dios, satanás y todo el infierno esperan ansiosos la destrucción de toda la humanidad, porque no se haya ni a uno que conozca a Dios, todos lo odian, todos se están llendo al infierno, no hay ni un solo hombre digno de conocer a Dios y la vida eterna, se acabó todo, estamos perdidos al igual que los ángeles que fueron reveldes.

No! Hay un hombre en Cristo Jesús que proclama "Yo te he conocido" yo soy digno, por eso la muerte no tendría poder sobre él, porque en él está la vida eterna y todo el conocimiento de Dios.

"Y vi en la mano derecha del que estaba sentado en el trono un libro escrito por dentro y por fuera, sellado con siete sellos. Y vi a un ángel fuerte que pregonaba a gran voz: ¿Quién es digno de abrir el libro y desatar sus sellos? Y ninguno, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de la tierra, podía abrir el libro, ni aun mirarlo. Y lloraba yo mucho, porque no se había hallado a ninguno digno de abrir el libro, ni de leerlo, ni de mirarlo. Y uno de los ancianos me dijo: No llores. He aquí que el León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido para abrir el libro y desatar sus siete sellos.
Y miré, y vi que en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, estaba en pie un Cordero como inmolado, que tenía siete cuernos, y siete ojos, los cuales son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra. Y vino, y tomó el libro de la mano derecha del que estaba sentado en el trono. Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se postraron delante del Cordero; todos tenían arpas, y copas de oro llenas de incienso, que son las oraciones de los santos; y cantaban un nuevo cántico, diciendo: Digno eres de tomar el libro y de abrir sus sellos; porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje y lengua y pueblo y nación; y nos has hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra"(Apocalipsis 5:1-10).

Estas palabras las dijo en oración por todos nosotros antes de ir a la Cruz, entendamos hermanos por favor.

"Y estos han conocido que tu me enviaste" Aqui entramos todos nosotros también, no habría forma que nosotros pudieramos entender para que fué enviado Jesús, si hoy lo entiendes le doy gloria a Dios por eso, pero debes caminar simpre con eso, que fué su don, su gracia, su plena voluntad por una única razón, que hoy no entendemos, pero que allá arriba la entenderemos, porque nos AMA.

"para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos" No pierdas el tiempo preguntando que vió Dios en ti, solo te baste su Gracia.

Amados, creo que la oración a la que se refiere Jesús cuando habla con Pedro es precisamente la de la oración intercesora, en uno de los versículos Jesus dice "No te pido que los quites del mundo, sino que los guardes del mal"

"Dijo también el Señor: Simón, Simón, he aquí Satanás os ha pedido para zarandearos como a trigo; pero yo he rogado por ti, que tu fe no falte; y tú, una vez vuelto, confirma a tus hermanos"(Lucas 22:31-32). Digo esto dado que a Pedro le dirigió las palabras en las que le decía que le daba las llaves del Reino de Dios, Pedro como representante de todos los hermanos.

Si algo le faltaba a este cuadro complicado para el hombre en medio de un juicio que no podía volverse atrás y con todas las pruebas en contra, era este zarandeo de parte de satanás. Recordemos que cuando el Señor fué arrestado todos huyeron dejándolo solo, todos lo negaron, recordemos a Pedro diciéndole que el era capaz de ir hasta la muerte por seguir a Jesús, pero al canto del gallo Pedro ya lo había negado tres veces que lo conocía. ¡Todos lo traicionaron!

Me imagino a satanas diciendo, ya no puede haber nada más que se pueda probar contra el hombre, es definitivamente depravado y aborrecedor de Dios, mentiroso, tienes que destruirlo Dios si eres justo, pero ya alguién había intercedido ante la ira divina por ellos y por nosotros por medio de una poderosa oración como para dejar en claro que había una esperanza y esa salvación se consumaría en la Cruz del Calvario.

Porque cuantas veces lo negamos, incluso ya estando en el camino cuando somos zarandeados pecamos contra él, pero su amor es tan infinito que nos corrige porque nos ha creado para él en Cristo, para buenas obras que irá perfeccionando con el tiempo.

En el siguiente pasaje podemos ver la ilustración de todo esto.

"Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle. Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? Y Josué estaba vestido de vestiduras viles, y estaba delante del ángel. Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala. Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel de Jehová estaba en pie.
Y el ángel de Jehová amonestó a Josué, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: Si anduvieres por mis caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están te daré lugar. Escucha pues, ahora, Josué sumo sacerdote, tú y tus amigos que se sientan delante de ti, porque son varones simbólicos. He aquí, yo traigo a mi siervo el Renuevo"(Zacarías 3:1-8).

Satanás estaba con la espada extendida hacia nuestra vida reclamando nuestra alma, notemos que es el propio Señor que lo reprende, no había Sumo Sacerdote que pudiera salvarnos ya que hasta ellos mismos estaban contaminados, solo el Señor, solo alguién digno, solo nuestro Sumo Sacerdtoe Cristo que entró a la presencia de Dios por nosotros.

No solo hemos sido salvos, sino también se nos cambió de vestidura, éramos inmundos y se nos puso ropa de gala, pero se nos amonesta a andar en los caminos del Señor y guardar sus mandamientos, todo este pasaje se resume en la cruz de Cristo.

Quiero terminar con esta pregunta; ¿has entendido que serías sin la Cruz de Cristo?

Dios los bendiga.

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