Como está escrito, el Señor manifiesta por medio de nosotros en todo lugar el olor de su conocimiento y el poder de su mensaje.
Somos el aroma de Cristo entre los que se salvan y entre los que se pierden.
Para los que se pierden, olor de muerte que los lleva a la muerte, pero a los que se salvan, olor de vida que los lleva a la vida. (2Corintios 2:14-16)
Quiero compartirte esto, el mensaje del Evangelio es poder de Dios, para salvar, como para destruir, me he dado cuenta que al predicar, damos testimonio delante de los que han de creer, como de los que no lo van a hacer.
Porque hemos sido enviados a anunciar el evangelio a toda criatura, el que creyere y fuere bautizado será salvo, el que no creyere, será condenado. (Marcos 16:16)
El evangelio no tiene nada a ver con promesas terrenales, sino que la mayor esperanza es un día vivir eternamente junto al Señor, esta es la promesa del cristianismo, para eso nuestro Señor ocupó nuestro lugar, para salvarnos de la condena de Dios que nuestros pecados merecen.
Entiende por favor que el Señor no es un genio de la lámpara a tu servicio, mira a lo que se ha reducido el evangelio. Muchos en aquel día le dirán al Señor que profetizaron en su nombre, que hicieron milagros en su nombre, que expulsaron demonios en su nombre, pero el les declarará "Apartaos de mi hacedores de maldad" ¿Por qué estas palabras? ¿Quiénes son estas personas?
Porque todo lo hicieron para su propia gloria, para sacar provecho de las ovejas, no predicaron la verdad, sino un falso evangelio, las señales no eran por el poder de Dios, todo fue un engaño.
Hablamos siempre con la esperanza que el Señor conceda arrepentimiento
Tal vez no estemos conscientes de lo siguiente, existe un lugar donde estamos mencionados en las escrituras, donde específicamente se habla de todos nosotros, un profeta mira para el futuro y el nos ve a cada uno de nosotros, no solo un grupo, sino a cada uno de nosotros, es el único lugar en toda la Biblia donde somos específicamente mencionados.
(Lean Apocalipsis 20:11-15)
Juan ve el Trono de Dios y a los muertos delante de él, esos somos nosotros, el profeta nos está viendo , cada uno de nosotros, cada rostro el está viendo, somos llamados de muertos, en este momento podemos estar sentados, parados, en cualquier lugar, pero en aquella visión profética el vió a cada uno de nosotros.
Esto no importa si nos deja amedrantados, o si nos hace reir, no cambia el hecho de que es verdadero, somos vistos en las escrituras, allá estamos muertos y somos juzgados.
No ha sido dado otro nombre ni en el cielo, ni en la tierra por el cual el hombre pueda ser salvo, más que el nombre de Jesús.
Respecto a Cristo tenemos tres opciones.
1) El fué el mayor de todos los mentirosos, porque el dice que es el Hijo de Dios y el sabía que no era, y el engañó a la mayoría de las personas en toda la historia, ¿estamos dispuestos a decir eso? Pero él no vivió, ni enseñó como mentiroso.
2) El es un lunático, loco: porque cualquier persona que cree que es el Hijo de Dios y no lo es, no importa su sinceridad, es un lunático, si está errado, el está errado y no debería ser seguido y cualquiera que le sigue, está fuera de si. ¿Estamos dispuestos a decir que el era un lunático? Podemos decir, no creo que el sea mentiroso o lunático, sino que las escrituras fueron manipuladas, entonces traigamos ahora nuestros papeles, nuestros textos, mostremos la evidencia que la Biblia fue cambiada. Las escrituras no fueron cambiadas, ellas pasaron de mano en mano, de generación en generación, ella está completa. Ellas dicen que Jesús es el Hijo de Dios.
3) El es Señor; ¿Qué es el? Lo triste es que estamos ocupados en tantas cosas que ni siquiera nos detenemos a pensar en todo esto, tenemos que divertirnos, tener lo último en tecnología, o tenemos una buena película que ver, pero tenemos esta persona en la historia, no importa si lo aman o odian, nadie afectó la historia como él, nadie hizo las alegaciones que él hizo, nunca nadie hizo lo que el hizo, nosotros estamos pensando en divertirnos, podemos decir que no tenemos certeza que existe un Dios, pero no investigamos, la verdad más importante de la existencia humana, y nosotros preferimos festejar, o buscar una profesión, no digo esto para destruir, sino para despertarnos, la realidad de nuestra vida, nacemos, somos educados, trabajar, envejecer, morir, hoy tenemos una edad, hace un tiempo nuestros padres tenían nuestra edad, mañana tendremos la edad de ellos y al final todos estamos muertos, ¿y queremos seguir pensando en cosas pequeñas?
Mejor pensemos, en la verdad más importante, ¿Quién es esa persona? ¿Quién es Jesús? Paremos solo de hablar bien de él.
Si leemos las escrituras , nos levantamos y seguimos de la misma manera, Jesús describe lo que acontece, viene el diablo y arrebata la palabra de nuestro corazón para que no creamos y alcancemos salvación. Nuestras mentes están tan llenas de cosas innecesarias y tan llena de pensamientos sobre nosotros mismos, llenos de vanidades y diversión, pero en este momento estamos hablando de eternidad que es algo que va a acontecer y no sirve mentirnos, podemos olvidarnos de este momento, pero será traído a nuestra mente aquel día, el día del juicio, vamos a recordar que una vez un hombre o tal vez varios, un día estuvieron hablando acerca de todas estas cosas verdaderas, la pregunta es ¿Qué vamos a hacer con estas verdades?
Con todo el amor en Cristo Jesús.
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